Si nos atenemos a lo que se dijo oficialmente esta semana sobre el tema, la propuesta de reducir la semana laboral en México de 48 a 40 horas quedará en eso, al menos en lo que resta del año.
El martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la iniciativa no se ha discutido lo suficiente y es necesario que se debatan más los pros y contras los pros y contras de la iniciativa presentada por el partido Morena, cuyo objetivo principal, como se expuso en su momento, es mejorar la calidad de vida de los trabajadores mexicanos.
Incluso, como lo reprodujeron los medios de comunicación, el mandatario consideró que el parlamento abierto que organizó la Cámara de Diputados federal “con todo respeto, pasó de noche”.
También se pronunció porque el actual periodo de sesiones en la Cámara de Diputados no se considere como el límite para aprobar la reforma y el día 12 de este mes no se tome como “la fecha fatal”.
Estimó necesario que se “revise qué pasa en otros países”, en cuanto a este asunto y escuchar más argumentos sin una fecha perentoria, pues hay tiempo para ello.
En ese sentido, hay que resaltar que, según lo documentan diversas publicaciones, México se ubica entre los países donde se tienen las semanas laborales con más horas de trabajo.
Por ejemplo, la World Population Review, según lo retoma el Periódico El País, en las naciones desarrolladas “la tendencia es legislar para acortar la semana laboral de 40 a 32 horas” y la iniciativa del gobierno federal “apenas pondría al país a la par del promedio mundial.
En abril pasado, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados federal aprobó por mayoría de votos la reforma al Artículo 123 del Apartado “A” de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se establece la reducción de la jornada laboral.
Desde el inicio, la propuesta ha tenido la oposición de las principales cúpulas empresariales del país. Es el caso de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), cuyo titular, José Medina Mora, ha argumentado que si bien el sector privado está de acuerdo en que la iniciativa es positiva, no es momento para disminuir lasemana laboral a 40 horas.
En ello ha coincidido el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Francisco Cervantes, quien declaró a medios, después de una conferencia mañanera de López Obrador, que no sería el momento adecuado para realizar este cambio, pues “ocasionaría estrés” a las empresas y podría inhibir la inversión.
Resaltó en ese contexto, que el sector que representa ha sido sensible a las condiciones de los trabajadores, como lo demuestra el hecho del aumento de 20 por ciento al salario mínimo, pero no es el momento de esta reducción.
Hay que recordar que uno de los empresarios más fuertes del país, Carlos Slim, se ha pronunciado también en contra de la iniciativa, pues, desde su punto de vista, “hay que trabajar más para ganar más".
El tema ha llegado incluso a nivel de la lucha por la presidencia de la república. La ahora precandidata por el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, ha estimado de igual manera, como lo reprodujeron los medios, “que no es el momento oportuno porque estamos saliendo de una situación económica difícil y tenemos que construir ese momento oportuno con diálogo, con los empleados, con los trabajadores”.
El hecho es que la iniciativa está estancada y la fecha de discusión en el Pleno aún es incierta. Según las señalas vistas hasta ahora, el debate se llevaría a cabo hasta el próximo año.
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