/ jueves 2 de marzo de 2023

Agenda IP | Las que se llevó la pandemia

Hace tres años, el 28 de febrero de 2020, se registró el primer caso de Covid-19 en México. La pandemia dejó alrededor de 25 mil personas muertas, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El INEGI reveló en su oportunidad, que murieron aproximadamente 100 mil personas más que los 327 mil 261 que reportaba la Secretaría de Salud del gobierno federal.

La enfermedad, que enlutó a miles de familias en nuestro país, también dejó como saldo el cierre de miles de empresas, principalmente micro, pequeñas y medianas (Mipymes), muchas de las cuales no lograron recuperarse y murieron definitivamente.

Todos recordamos cómo, debido a este padecimiento, la inmensa mayoría de los negocios, excepto básicamente supermercados y farmacias, estuvieron cerrados y, en general, sin apoyo oficial para resistir el impacto del coronavirus en la economía.

En su momento, el Estudio sobre Demografía de los Negocios (EDN) 2021 del INEGI, estimó que, de mayo de 2019 a julio de 2021 nacieron 1.2 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos, y 1.6 millones cerraron sus puertas definitivamente.

Hay que recordar que en nuestro país, el 99.8 por ciento de los negocios pertenecen al sector de las Pymes y, como decíamos, la inmensa mayoría de ellos carecieron de apoyos oficiales.

En ese sentido, diversos medios de comunicación reprodujeron el informe “Perspectivas del Emprendedurismo y las Pequeñas y Medianas Empresas 2021”, el cual arrojó que “sólo el 7 por ciento de éstas en México han podido acceder y combinar el apoyo del gobierno, en comparación con el 33.6 por ciento en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.

El informe destacó que mientras en México “los apoyos gubernamentales otorgados al sector privado representó un gasto fiscal del 0.6 por ciento del PIB, en Turquía constituyó el 1.2 por ciento; el 14.7 por ciento en Estados Unidos y el 18.6 por ciento en Nueva Zelanda”.

De por sí, hay que decirlo, en México se tiene un alto porcentaje de mortandad entre las micro, pequeñas y medianas empresas.

Forbes, por ejemplo, reproduce datos del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial (CETRO-CRECE), según los cuales, “el 75por ciento de las PyMEs en México fracasan y cierran sus operaciones antes de cumplir los dos años de haber iniciado operaciones”.

Agrega que “el 80 por ciento fracasa antes de los cinco años y el 90 por ciento no llegará a cumplir los diez años”, lo cual, señala la fuente “habla de un problema sistémico que es necesario resolver si se desea emprender en nuestro país, ya que no hay que olvidar que estos negocios, generan el 72 por ciento de los empleos en México y representan el 52 por ciento del PIB nacional”.

Con base en datos del INEGI, sabemos que las entidades federativas más afectadas por el cierre de Mipymes debido al padecimiento fueron Quintana Roo, Baja California Sur, Campeche y Colima.

Es de esperarse que ahora, cuando gracias a las vacunas y a la experiencia que trajo consigo la pandemia, la enfermedad está controlada (que no desaparecida), puedan implementarse políticas públicas en apoyo de este sector, fundamental para la economía del país, que además, en buena parte, está conformado por micro y pequeñas impresas que funcionan en la informalidad.

Según Nafin, entre las políticas de apoyo que requieren las empresas Pymes, están: “mejora regulatoria, esto es, simplificación de trámites; acceso a créditos (facilidad para obtener un crédito a tasa preferencial) y facilidad para pagar impuestos.


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