/ jueves 15 de agosto de 2024

Agenda IP | Los jóvenes y el mercado laboral

El lunes pasado se celebró el Día Internacional de la Juventud, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1999 “como una forma de aumentar la conciencia entre la población mundial sobre los problemas que afectan a los jóvenes en todo el mundo”, como es el caso del empleo.

Es, sin duda, un momento oportuno para referir lo que muestran las estadísticas acerca de este sector de la población (15 a 29 años de edad), que en el caso de México, en el primer trimestre de 2024 sumó 31 millones de personas, lo cual representó 23.8 por ciento del total de la población nacional (129.7 millones); 51.1 por ciento correspondió a mujeres y 48.9 por ciento a hombres.

Para empezar, nos referimos a una nota publicada en el periódico La Prensa, de esta casa editora, en el que la periodista Patricia Carrasco se refiere a un informe de la Organización Internacional del Trabajo, titulado Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024 (GET for Youth), en el que advierte “que el número de jóvenes de 15 a 24 años que no tienen empleo, educación o formación (“ninis” o NEET, por sus siglas en inglés) es preocupante”.

También destaca que la recuperación del empleo tras la pandemia de Covid-19 “no ha sido global”, pues los jóvenes de ciertas regiones y muchas mujeres jóvenes “no están percibiendo los beneficios de la recuperación económica”.

Por su parte, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dio a conocer en un comunicado, que en el primer trimestre de 2024, en México, 54 de cada 100 personas entre 15 y 29 años eran económicamente activas. Añadió que 25.3 por ciento realizó actividades en ocupaciones de carácter elemental o de apoyo, 16.5 por ciento se ocupó en actividades profesionales o técnicas y 15.6 por ciento, en actividades comerciales.

De acuerdo con el INEGI, basado en la Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), 81 de cada 100 personas jóvenes trabajaron de forma subordinada y asalariada; 10, por su cuenta, 2 fueron empleadoras o empleadores y 7 no percibieron ingresos en el lapso mencionado. El salario promedio fue de 33.8 pesos por hora trabajada.

EL INEGI reveló que de los 31 millones de personas jóvenes, 16.7 millones (54.1 por ciento) formaban parte de la población económicamente activa (PEA) del país. De esta cantidad, 15.9 millones (95.2 por ciento) estaban ocupadas y 810 mil (4.8 por ciento), desocupadas. La población no económicamente activa (PNEA) se conformaba por 14.2 millones, de los cuales 86.1 por ciento no estaba disponible para realizar una actividad económica. De cada 100 jóvenes con esta condición, 64 no trabajaba por estudiar (82.1 por ciento de hombres, 53.9 por ciento de mujeres) y 31, por realizar quehaceres domésticos (8.2 por ciento de hombres, 43.3 por ciento de mujeres), principalmente.

Sin duda un dato preocupante que arrojó la encuesta referida, es que el promedio de escolaridad era de 11.6 años. Por nivel educativo, 62 de cada 100 personas jóvenes ocupadas contaban con educación media superior; 35, con educación básica; 2, con superior y la o el restante no tenía escolaridad.

Hay que recordar que con el fin de facilitar el ingreso de este sector al mercado laboral, el gobierno federal puso en marcha programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el cual, de acuerdo con su página oficial, ha beneficiado, en 5 años, a 2 millones 950 mil personas, con una inversión de 115 mil millones de pesos.

Sin embargo, analistas y periodistas han resaltado irregularidades en este programa, detectados por la Auditoría Superior de la Federación, como la existencia de becarios que no cumplían con las especificaciones para recibir este apoyo; además, becarios fallecidos, falta de supervisión de las reglas de operación, tarjetas bancarias perdidas, entre otras.

Sin duda, es necesario contar con políticas públicas que permitan a esta población acceder a empleos dignos, pues actualmente, como señala la Organización de Naciones Unidas (ONU), pues en países y en regiones como el nuestro “la mayoría de los trabajos (para los jóvenes), son a tiempo parcial, precarios e informales”.

Facebook: María Cristina Valenzuela Cosío

Correo electrónico: cristina9valenzuela@gmail.com

El lunes pasado se celebró el Día Internacional de la Juventud, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1999 “como una forma de aumentar la conciencia entre la población mundial sobre los problemas que afectan a los jóvenes en todo el mundo”, como es el caso del empleo.

Es, sin duda, un momento oportuno para referir lo que muestran las estadísticas acerca de este sector de la población (15 a 29 años de edad), que en el caso de México, en el primer trimestre de 2024 sumó 31 millones de personas, lo cual representó 23.8 por ciento del total de la población nacional (129.7 millones); 51.1 por ciento correspondió a mujeres y 48.9 por ciento a hombres.

Para empezar, nos referimos a una nota publicada en el periódico La Prensa, de esta casa editora, en el que la periodista Patricia Carrasco se refiere a un informe de la Organización Internacional del Trabajo, titulado Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024 (GET for Youth), en el que advierte “que el número de jóvenes de 15 a 24 años que no tienen empleo, educación o formación (“ninis” o NEET, por sus siglas en inglés) es preocupante”.

También destaca que la recuperación del empleo tras la pandemia de Covid-19 “no ha sido global”, pues los jóvenes de ciertas regiones y muchas mujeres jóvenes “no están percibiendo los beneficios de la recuperación económica”.

Por su parte, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dio a conocer en un comunicado, que en el primer trimestre de 2024, en México, 54 de cada 100 personas entre 15 y 29 años eran económicamente activas. Añadió que 25.3 por ciento realizó actividades en ocupaciones de carácter elemental o de apoyo, 16.5 por ciento se ocupó en actividades profesionales o técnicas y 15.6 por ciento, en actividades comerciales.

De acuerdo con el INEGI, basado en la Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), 81 de cada 100 personas jóvenes trabajaron de forma subordinada y asalariada; 10, por su cuenta, 2 fueron empleadoras o empleadores y 7 no percibieron ingresos en el lapso mencionado. El salario promedio fue de 33.8 pesos por hora trabajada.

EL INEGI reveló que de los 31 millones de personas jóvenes, 16.7 millones (54.1 por ciento) formaban parte de la población económicamente activa (PEA) del país. De esta cantidad, 15.9 millones (95.2 por ciento) estaban ocupadas y 810 mil (4.8 por ciento), desocupadas. La población no económicamente activa (PNEA) se conformaba por 14.2 millones, de los cuales 86.1 por ciento no estaba disponible para realizar una actividad económica. De cada 100 jóvenes con esta condición, 64 no trabajaba por estudiar (82.1 por ciento de hombres, 53.9 por ciento de mujeres) y 31, por realizar quehaceres domésticos (8.2 por ciento de hombres, 43.3 por ciento de mujeres), principalmente.

Sin duda un dato preocupante que arrojó la encuesta referida, es que el promedio de escolaridad era de 11.6 años. Por nivel educativo, 62 de cada 100 personas jóvenes ocupadas contaban con educación media superior; 35, con educación básica; 2, con superior y la o el restante no tenía escolaridad.

Hay que recordar que con el fin de facilitar el ingreso de este sector al mercado laboral, el gobierno federal puso en marcha programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el cual, de acuerdo con su página oficial, ha beneficiado, en 5 años, a 2 millones 950 mil personas, con una inversión de 115 mil millones de pesos.

Sin embargo, analistas y periodistas han resaltado irregularidades en este programa, detectados por la Auditoría Superior de la Federación, como la existencia de becarios que no cumplían con las especificaciones para recibir este apoyo; además, becarios fallecidos, falta de supervisión de las reglas de operación, tarjetas bancarias perdidas, entre otras.

Sin duda, es necesario contar con políticas públicas que permitan a esta población acceder a empleos dignos, pues actualmente, como señala la Organización de Naciones Unidas (ONU), pues en países y en regiones como el nuestro “la mayoría de los trabajos (para los jóvenes), son a tiempo parcial, precarios e informales”.

Facebook: María Cristina Valenzuela Cosío

Correo electrónico: cristina9valenzuela@gmail.com