Casi termina el año 2023 y en México nos espera un nuevo año difícil, no sólo en materia política, por las elecciones complejas que tendrán lugar en el 2024; también en lo económico, ya que, de acuerdo con las instituciones más prestigiadas, habrá una disminución en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Primero hablaremos sobre cómo cerrará el 2023; al respecto, el Banco de México (BANXICO), a finales de noviembre pasado elevó a 3.3 por ciento su expectativa de crecimiento de la economía nacional para 2023, cifra mayor a la pronosticada en agosto pasado, cuando se calculaba un repunte del 3 por ciento.
De acuerdo con el informe del banco central, el ajuste se debe a que “en el tercer trimestre del año la actividad económica de México presentó un desempeño mejor al previamente anticipado, como resultado de la resiliencia de la demanda externa y del dinamismo del gasto interno”.
En su reporte trimestral del periodo julio-septiembre, pronosticó que en 2024 el PIB crecerá 3 por ciento, una mejora respecto a su cálculo previo de un avance de 2.1 por ciento. El rango ahora es de 2.3 por ciento y 3.7 por ciento; mientras que en el trimestre pasado fue de 1.3 por ciento y 2.9 por ciento.
Sobre este indicador, el 24 de noviembre pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en el tercer trimestre de 2023 y con cifras desestacionalizadas, el PIB aumentó 1.1 por ciento a tasa trimestral, en términos reales.
Sin embargo, los indicadores Manufacturero y No Manufacturero del mes de noviembre, publicados por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), “sugieren que el dinamismo económico registrado desde inicios de 2023 se está moderando al cierre del año”.
Así, la economía, de acuerdo con los Indicadores IMEF, “está creciendo a un ritmo menor en el último trimestre de este año. Se debe destacar que los Indicadores IMEF han anticipado el buen desempeño de la economía en los primeros tres trimestres de 2023”.
A pesar de que se estima un cierre más lento en la actividad, la economía se sigue expandiendo y cerrará el 2023 con un crecimiento anual en torno a 3.5 por ciento anual, opinó el organismo empresarial y enfatizó que “la actividad de la industria manufacturera ha perdido fuerza en los últimos dos meses, y la expansión es marginal”.
Respecto a las expectativas para el año próximo, al finalizar noviembre pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideró que México crecerá sólo 2.5 por ciento en 2024, lo que significa una desaceleración del crecimiento de 3.4 por ciento esperado para este año,
Según la organización, si bien los proyectos de infraestructura representan un motor para el crecimiento y el consumo en 2024, “las exportaciones pudieran enfrentarse a caídas si Estados Unidos ve su propia economía ralentizarse”.
Por su parte, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), institución dedicada a la investigación, estudio y análisis de los fenómenos políticos, económicos y sociales de América Latina, ha publicado que la proyección promedio para México apunta a que 2023 concluirá con un crecimiento del 3 por ciento, seguido por una desaceleración hasta el 2 por ciento en 2024.
Esta no es una buena noticia y aún habrá que esperar el impacto de factores tanto internos como externos en la economía mexicana, como el proceso electoral que se avecina y la llegada de una nueva administración federal, así como el influjo del gasto público; por otra parte, el desempeño en Estados Unidos, que, como es bien sabido, tiene una fuerte repercusión en México.
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