Esta semana, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dio a conocer la “Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023)”, realizada en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y según la cual, el año pasado, sólo el 17.8 por ciento de las personas de 18 años y más presentó un nivel alto de bienestar financiero; 31.4 por ciento un nivel medio alto, y 50.8 por ciento, un nivel medio bajo o bajo.
De acuerdo con la ENSAFI, el 48.4 por ciento de los encuestados dijo sentir preocupación de que las deudas se acumulen y 16.1 por ciento consideró que su nivel de deuda era alta o excesiva.
Por ello, el 36.9 por ciento de la población se encontraba en un nivel alto de estrés financiero; 34.6 por ciento, en un nivel moderado, y 28.5 por ciento, en un nivel bajo o nulo.
Este estrés financiero se refleja, por desgracia, en problemas de salud física de las personas. De acuerdo con la encuesta, a consecuencia de las dificultades económicas, 34.9 por ciento de la población reportó experimentar algún malestar, como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial.
El estudio del INEGI y la CONDUSEF arrojó que en 2023, un 52.0 por ciento de la población de 18 años y más tenía algún tipo de ahorro. Para las mujeres, el porcentaje fue de 49.3 por ciento y para los hombres, de 55.2 por ciento. De quienes ahorraban, 57.3 por ciento tenía un monto equivalente a hasta una quincena de lo que ganaban o recibían y 10.3 por ciento ahorraba montos superiores a tres meses.
Otro indicador importante, es que, de acuerdo con el documento, el 36.2 por ciento de la población reportó tener algún tipo de deuda. En este tema, el porcentaje de mujeres fue menor que el de los hombres (34.1 y 38.7 porciento, respectivamente). Un 17.1 por ciento consideró que su nivel de deuda era alto o excesivo, mientras que 48.9 por ciento lo calificó como moderado.
Pero el propio INEGI daba a conocer también, a principios de año, que la felicidad de los mexicanos alcanzó su nivel más alto, de acuerdo con los resultados del “Módulo Básico de Bienestar Autorreportado”.
El organismo mencionó que en enero de 2024, el balance anímico de la población adulta tuvo un valor positivo de 6.6 en promedio, el nivel más alto observado en la serie, desde que esta inició en julio de 2013.
Siguiendo este estudio “Entre hombres y mujeres hay una brecha en el balance anímico: el nivel promedio de los hombres es mayor que el de las mujeres, 6.7 y 6.4, respectivamente”.
Y qué define esta felicidad? la encuesta señala que principalmente la satisfacción obtenida de las relaciones personales y el ambiente doméstico, en contraposición a la preocupación sobre todo por la seguridad, no por la economía familiar.
Y la conclusión es del propio INEGI: (este módulo) “dibuja un panorama complejo del estado actual del bienestar en México. Mientras que en algunos aspectos la población muestra altos niveles de felicidad, en otros se evidencia la necesidad urgente de acciones y políticas efectivas que aborden y mejoren las condiciones de seguridad en el país”.
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