Para las familias mexicanas, contar con los recursos económicos necesarios para solventar sus necesidades es la base de una sociedad equitativa, justa y con mayores opciones de desarrollo a nivel personal y profesional.
En este sentido, que las y los trabajadores mexicanos obtengan un salario mínimo digno a partir de su trabajo es un derecho garantizado por las leyes. Es tal su importancia que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que los salarios mínimos también pueden ser un elemento integrante de las políticas destinadas a superar la pobreza y reducir la desigualdad, incluyendo las disparidades que existen entre hombres y mujeres.
Por ello, los aumentos que ha tenido el salario mínimo en México han sido reconocidos por la propia OIT como en su más reciente informe sobre los salarios a nivel mundial. Donde destaca el avance en la recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones tras el impacto de la pandemia y de la crisis inflacionaria.
La Organización ha señalado que con base en los datos preliminares de los dos primeros trimestres de 2024 se puede observar que el crecimiento mundial de los salarios reales registró un aumento de 2.7 por ciento, lo que representa la mayor subida en los últimos 15 años.
Al realizar una revisión del comportamiento que este indicador ha tenido en los años previos, se pudo observar que, durante 2022, los salarios a nivel global tuvieron un descenso de -0.9 por ciento, mientras que durante 2023 estos pasaron a saldo positivo, con un crecimiento de 1.8 por ciento. Es decir que, tras el impacto de la pandemia y de años de altos niveles de inflación, los sueldos de los trabajadores comienzan ya a mostrar una recuperación más sólida en gran parte de las naciones
En el caso concreto de la región de América Latina y el Caribe, se registró que durante 2023 los salarios tuvieron un aumento real de 1.7 por ciento, comportamiento que fue impulsado en gran medida por el avance de Brasil y México. Mientras que para 2024 se estima que el crecimiento regional será de 1.5 por ciento.
Tras estas buenas noticias por parte del mercado laboral, la OIT ha emitido una serie de recomendaciones hacia los gobiernos para que estos tengan como prioridad proteger el poder adquisitivo de los trabajadores a través de las políticas de salario mínimo, principalmente de los que menos ganan.
Hoy, pese a la situación tan complicada que se vivió en años recientes en materia económica, es un aliciente observar un incremento verdadero del salario mínimo a nivel global y, sobre todo, del desempeño positivo que ha tenido nuestro país en este rubro.
Pese a las buenas noticias, no podemos perder de vista la crisis del costo de la vida durante 2021 y 2022 que impactó en mayor medida a trabajadores con salarios bajos y a sus familias, quienes dedican una mayor proporción de sus ingresos a la adquisición de bienes y servicios esenciales, cuyos precios aumentaron en promedio más rápidamente que el índice de precios al consumidor.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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