El primer nombre, -pienso lector-le es familiar. El segundo, quizá lo conozca. De no será así en líneas más sabrá a quien correspondió. Ambos personajes conocidísimos en el mundo, hace 24 años protagonizaron un hecho extraordinario, que por alguna razón el segundo y su equipo editor, no lo dieron a conocer.
En su cotidiana e histórica existencia, la humanidad ha conocido aconteceres, hechos, sucesos, que por la forma en que se dan el resultan sorprendentes. Este, es uno de ellos.
Se reveló dos años después de la trágica muerte del director de una revista llamada “George”. Se creyó que la publicación desaparecería como consecuencia de su fallecimiento. Afortunadamente un grupo de hombres dedicados a la industria editorial la rescataron.
Lo que a continuación relato, no es fusil. Tomo textos de un artículo escrito por doña Janette Becerra Acosta, reportera del periódico Excélsior, en su columna “El Gran Gendarme”. La fecha en que apareció publicada no la agregue al recorte. Ahora en tiempos de holganza depuro el acervo de comentarios, crónicas, documentos histórico-políticos, que tuve la ocurrencia de conservar.
El que da cuerpo a este, la autora lo publicó con el título, “Insólito Homenaje a Kennedy Jr.”
Conoció el último número de la revista “George” salido a la venta, en 1999, año en que el heredero del mártir presidente, murió junto con su esposa en aguas del océano Atlántico al caer su avión.
Es un homenaje póstumo por demás insólito al extinto director, escribe la periodista. “En la carátula aparece la imagen de Kennedy estrechando la mano de uno de los peores enemigos de su padre, Fidel Castro, durante una cena privada e
inédita que compartió con el presidente cubano en la Habana a finales de 1997”.
Nunca el joven Kennedy publicó el reportaje, y su encuentro con Fidel la noche del 23 de octubre de 1997. A tres meses del accidente, en 1999, Ingo Thomas que le acompañó a la Habana, recordó en la revista a Jhon-Jhon frente a Fidel Castro.
Funcionarios de alto nivel del gobierno lo recibieron. Thomas, relató que Castro fijo su mirada en la figura de John Kennedy Jr. preguntándole si era tan alto como su padre. Fue lo único que dijo Fidel y pasaron la mesa. Cenaron. Castro le habló del Papa Juan Pablo II, de los libros que leía; del aborto; de Bahía de Cochinos; de su desprecio por Richard Nixon.
Al abandonar la sala, Castro deteniéndose dijo: ¿usted sabía que Lee Harvey Oswald intentó venir aquí?
-Si lo sabía, respondió John Thomas pensó que lo que Castro quiso decir, fue que si la embajada hubiera otorgado la visa a Oswald éste habría estado en la Habana en noviembre de 1963 y no en Dallas...
De esa visita solo quedan unas cuantas fotografías y los recuerdos en el equipo sobreviviente de John-John y de Fidel que no imaginó que sería la primera y ultima vez que tendría frente a frente al heredero de uno de los enemigos más grandes de la historia moderna de Cuba.
La entrevista entre Fidel y Kennedy Jr. es un hecho raro.