De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad Y Uso De Tecnologías De La Información En Los Hogares (ENDUTIH) 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); se reporta que, en 2022, había 93.1 millones de personas usuarias de internet, lo que representó 78.6 % de la población de 6 años o más. La ENDUTIH registró 93.8 millones de personas usuarias de teléfono celular que fue una de las tecnologías con mayor uso entre la población; la cifra equivale a 79.2 % de la población de estudio además de que el 37.0 % de la población de 6 años o más utilizó computadora.
Lo anterior nos indica que un porcentaje importante de la población no usa la computadora o laptop, por lo que hace evidente la brecha digital que existe en el país. A pesar de que el mercado laboral exige el uso de herramientas tecnológicas, en pocos hogares se cuenta con una computadora o laptop. En el caso de las escuelas secundarias también son pocas las instituciones que cuentan con un salón de computación por lo que los estudiantes adquieren pocas competencias digitales.
Las metodologías que la Nueva Escuela Mexicana sugiere emplear en los diferentes campos formativos, sin duda requieren involucrar el uso de herramientas tecnológicas ya que, como se menciona, brindan a los estudiantes habilidades y competencias a través de actividades prácticas y dinámicas que promueven la creatividad. No obstante, no se debe perder de vista la brecha digital que se dejó al descubierto durante la pandemia, por un lado, es cierto que en la sociedad actual se tienen un sinfín de herramientas digitales a la mano y la información fluye a cada segundo, pero, por otro lado, no toda la población tiene acceso a ella, lo que genera desigualdad.
Por ejemplo, es el caso de las Telesecundarias del Valle de México, de un total de 24,853 alumnos que conforman la matricula, solo el 45 % cuentan con una computadora en casa y el 30% de los alumnos manifestaron contar con un teléfono celular inteligente de uso propio al tiempo que 25% declaró que se contaba al menos con un teléfono inteligente de algún miembro de la familia. Solo el 60% reveló que se cuenta con acceso a internet en casa y el resto que acceden a la red por medio de los teléfonos por recargas. De la misma forma refieren que usan el internet principalmente para acceder a Tik Tok, Instagram, X, Facebook y WhatsApp.
Si a lo anterior le sumamos que muchas escuelas no cuentan con salas de computación e incluso personal docente capacitado o instalaciones sin electricidad e internet, nos enfrentamos a un escenario en donde, a pesar de los avances tecnológicos que existen, un porcentaje importante de la población no puede acceder a ellos y a la tecnología que si pueden acceder su uso se limita a redes sociales.
La escuela juega entonces un rol fundamental en estas poblaciones marginadas, y a pesar de que nocuenten con estas herramientas en casa, debemos ver desde la escuela cómo presentarles la oportunidad de acceder a recursos tecnológicos, trabajar con lo que tenemos. Como docentes estamos obligados a conocerlos y enseñarles el uso responsable de estos recursos.
JOSÉ ANTONIO QUIÑONES SPINDOLA es Doctor en Educación por las Universidades de Salamanca (España) y Cuautitlán Izcalli. Ha recibido Doctorado Honoris Causa por parte del Claustro Doctoral Hispano Mundial de Líderes Globales, así como por el Claustro Doctoral. Actualmente es Subjefe Técnico Pedagógico del Departamento de Telesecundaria en el Valle de México. Miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión sobre Sociedades del conocimiento y educación del COMEXI.
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