/ martes 28 de mayo de 2024

COMEXI | El bienestar infantil en tiempos de IA

El bienestar infantil y la inteligencia artificial parecen no ir de la mano cuando, como comunidad, no somos conscientes de que la seguridad de todos los niños es nuestra responsabilidad. Así lo establece la Convención de los Derechos del Niño en múltiples artículos, haciendo un énfasis en la corresponsabilidad entre Estado, sociedad y padres y tutores. Para garantizar el sano desarrollo de todos los niños, la misma convención abarca un enfoque integral de derechos que incluye la salud, el desarrollo físico y emocional, la participación y el entorno seguro, familiar y social.

Sin embargo, el uso desmedido de tecnologías de inteligencia artificial como dispositivos móviles, videojuegos e incluso juguetes infantiles está causando estragos en el desarrollo de los niños, los expone a inseguridades de todo tipo y está violentando sus derechos de privacidad y libertad. A largo plazo, las afectaciones al desarrollo cognitivo de los niños son alarmantes. Nuestros niños, de los que se espera una conciencia sana y un razonamiento lógico como futuros ciudadanos del mundo, atraviesan problemas de sueño, de concentración, de memoria a corto plazo, fatiga visual y dolores de cabeza.

Estas afectaciones son mencionadas en diversos estudios de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, la Academia Americana de Pediatría, la Academia de Psiquiatría del Niño y el Adolescente. Todas ellas muestran su preocupación por estas complicaciones en la salud de los niños, además de una clara insistencia por revertir los efectos en un corto plazo.

En lo que respecta al derecho a la privacidad de todos los niños, es necesario apuntar que los sistemas de inteligencia artificial están diseñados para la recolección y análisis de datos. Los datos que pueden almacenar estas tecnologías van desde textos de correo electrónicos, publicaciones en redes sociales, imágenes, videos o grabaciones de audio. Derivado de esto, los niños y adolescentes están expuestos al ciberacoso, al mal uso de sus datos personales y biométricos, así como de ser influenciados con contenidos no aptos para su edad.

En suma, el bienestar infantil está en juego frente al desconocimiento y la falta de acción para prevenir y contrarrestar todos los riesgos ya mencionados. El bienestar infantil debe estar por encima de todo, incluso del desarrollo tecnológico. La corresponsabilidad de que no se violenten los derechos de los niños conlleva la inmediata regulación de la inteligencia artificial con perspectiva de derechos humanos en todos los países, los diálogos y medidas de prevención desde los sistemas educativos, pero sobre todo el trabajo constante entre Estado, sociedad y padres.

ANADELA ARMENTA PELLEGRINI es licenciada en relaciones internacionales por la Universidad Autónoma de Guadalajara y especialista en estudios internacionales, diplomáticos y consulares por el Instituto Séneca. Tiene experiencia en la elaboración de proyectos de equidad de género y derechos de los niños. Miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión sobre Sociedades del conocimiento y educación del COMEXI.

Pueden seguirla en IG como @anadelaarmentap

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