/ martes 20 de agosto de 2024

COMEXI | Juventud 5.0: Aprendizajes en STEM y la ocupación laboral del futuro

El pasado 12 de agosto fue celebrado el día internacional de la juventud, una fecha que la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró en 1999 como la oportunidad de la comunidad internacional para reflexionar y tomar acción sobre las problemáticas que impiden desarrollar el potencial de los jóvenes como actores fundamentales de nuestra sociedad.

Si bien, entre los retos más críticos de este siglo aún se encuentran los relacionados con la pobreza, el cambio climático, la brecha de género, e incluso -más recientemente- las crisis de salud global; el futuro del empleo, al igual que el incremento en la inseguridad y la violencia (sobre todo en países de Latinoamérica y de Medio Oriente), se han convertido en los principales tópicos a resolver.

Independientemente de los retos y desafíos a los que las nuevas generaciones se enfrentan año con año -con mayor dificultad en países del Sur global-, se ha observado una creciente digitalización y escalada tecnológica tanto en la economía como en la academia, que va más allá de todo lo tradicional.

Hoy ya no se habla de una era 4.0, donde la tecnología y herramientas digitales como la Inteligencia Artificial o la robótica se integran en procesos productivos e industriales, sino de una revolución industrial 5.0, donde además del conocimiento profundo en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), el bienestar de la humanidad y la sostenibilidad son puestos en el centro.

No es de extrañar que en los diversos foros como los del Foro Económico Mundial (FMI), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como de la misma ONU, tengan como principal tema de discusión el rol de la juventud en la transformación laboral y el desarrollo sostenible, e incluso hayan establecido Programas de Acción para empoderar a los jóvenes en la búsqueda de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2050, donde el 70% de las metas tienen que ver con el uso de las tecnologías y los datos digitales.

Esto cobra sentido cuando la juventud representa el 16% de la población a nivel mundial, y será quien tenga la responsabilidad de resolver los problemas presentes y del futuro, sobre todo ante una tendencia de desempleo en medio de una necesaria transición ecológica y adopción tecnológica, donde más del 60% de las personas envejecerán antes del cumplimiento de los ODS.

Lamentablemente, aunque las habilidades de los jóvenes están indiscutiblemente vinculadas al mundo digital y tecnológico, en regiones como ALyC solo 55% de la población tiene acceso a Internet, sin mencionar que en la prueba PISA (sobre habilidades en ciencia y tecnología) la OCDE analizó los resultados de trece países latinoamericanos y ninguno logró superar la media de las naciones más avanzadas.

Estimaciones recientes del FMI en Davos concluyen que, para el año 2030, cerca del 23% de los puestos de trabajo actuales a nivel global se transformarán como resultado de la disrupción de la ocupación laboral en industrias específicas; por lo que las empresas han comenzado a buscar talento joven que pueda combinar habilidades sociales (como la comunicación, liderazgo, empatía) con el conocimiento en áreas de STEM, donde el pensamiento crítico y la resolución de problemas serán clave en los empleos del futuro.

Es urgente que la juventud priorice su futuro laboral y competencia económica, ya que de continuar con un total desinterés en las carreras STEM (y otras habilidades), no solo están perjudicando su propio bienestar personal y profesional, sino el de todas las generaciones que dependen del avance científico y tecnológico para sobrevivir.

ANDREA NAVARRO DE LA ROSA es Internacionalista y mercadóloga digital. Maestra por la Universidad de la Rioja en México, y egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión de Sociedades del Conocimiento y Educación del COMEXI. La pueden seguir como @andie_nr

El pasado 12 de agosto fue celebrado el día internacional de la juventud, una fecha que la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró en 1999 como la oportunidad de la comunidad internacional para reflexionar y tomar acción sobre las problemáticas que impiden desarrollar el potencial de los jóvenes como actores fundamentales de nuestra sociedad.

Si bien, entre los retos más críticos de este siglo aún se encuentran los relacionados con la pobreza, el cambio climático, la brecha de género, e incluso -más recientemente- las crisis de salud global; el futuro del empleo, al igual que el incremento en la inseguridad y la violencia (sobre todo en países de Latinoamérica y de Medio Oriente), se han convertido en los principales tópicos a resolver.

Independientemente de los retos y desafíos a los que las nuevas generaciones se enfrentan año con año -con mayor dificultad en países del Sur global-, se ha observado una creciente digitalización y escalada tecnológica tanto en la economía como en la academia, que va más allá de todo lo tradicional.

Hoy ya no se habla de una era 4.0, donde la tecnología y herramientas digitales como la Inteligencia Artificial o la robótica se integran en procesos productivos e industriales, sino de una revolución industrial 5.0, donde además del conocimiento profundo en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), el bienestar de la humanidad y la sostenibilidad son puestos en el centro.

No es de extrañar que en los diversos foros como los del Foro Económico Mundial (FMI), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como de la misma ONU, tengan como principal tema de discusión el rol de la juventud en la transformación laboral y el desarrollo sostenible, e incluso hayan establecido Programas de Acción para empoderar a los jóvenes en la búsqueda de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al 2050, donde el 70% de las metas tienen que ver con el uso de las tecnologías y los datos digitales.

Esto cobra sentido cuando la juventud representa el 16% de la población a nivel mundial, y será quien tenga la responsabilidad de resolver los problemas presentes y del futuro, sobre todo ante una tendencia de desempleo en medio de una necesaria transición ecológica y adopción tecnológica, donde más del 60% de las personas envejecerán antes del cumplimiento de los ODS.

Lamentablemente, aunque las habilidades de los jóvenes están indiscutiblemente vinculadas al mundo digital y tecnológico, en regiones como ALyC solo 55% de la población tiene acceso a Internet, sin mencionar que en la prueba PISA (sobre habilidades en ciencia y tecnología) la OCDE analizó los resultados de trece países latinoamericanos y ninguno logró superar la media de las naciones más avanzadas.

Estimaciones recientes del FMI en Davos concluyen que, para el año 2030, cerca del 23% de los puestos de trabajo actuales a nivel global se transformarán como resultado de la disrupción de la ocupación laboral en industrias específicas; por lo que las empresas han comenzado a buscar talento joven que pueda combinar habilidades sociales (como la comunicación, liderazgo, empatía) con el conocimiento en áreas de STEM, donde el pensamiento crítico y la resolución de problemas serán clave en los empleos del futuro.

Es urgente que la juventud priorice su futuro laboral y competencia económica, ya que de continuar con un total desinterés en las carreras STEM (y otras habilidades), no solo están perjudicando su propio bienestar personal y profesional, sino el de todas las generaciones que dependen del avance científico y tecnológico para sobrevivir.

ANDREA NAVARRO DE LA ROSA es Internacionalista y mercadóloga digital. Maestra por la Universidad de la Rioja en México, y egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión de Sociedades del Conocimiento y Educación del COMEXI. La pueden seguir como @andie_nr

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