…y sigue el recuento para recordar.
Como olvidar a la Queny en los portales con su novedad de marinas y mesitas a la gringa y “el olor a pambazos de La Poblanita de la Merced.
“Y ya que tocamos las iglesias ¿Qué tal el especial olor a incienso de la Santa Veracruz, de La Merced o del Ranchito.
“Acaso recordarás el olor a tinta que despedían las imprentas como la de El Escritorio en el centro, la de los Pliego por Bravo norte o la de los hermanos Cedillo por el rumbo de la arena Toluca, que por cierto, cuando celebraban peleas de box y lucha, también despedía olores característicos poco agradables al olfato pero por ello inolvidables, como el que también nos llegaba de los vestidores después de un juego del equipo de Futbol Americano Potros Salvajes de la Universidad.
“Seguramente alguien recordará a qué olía el Volkswagen 66 del famoso Padre Marchetti, catedrático de la Prepa uno.
“Y qué tal el golpe a cemento mezclado con cuero cuando recogíamos nuestros zapatos recién reparados en La Queretana de la céntrica y comercial avenida Juárez y sobre la misma, el olor a piel y a reatas de lechuguilla, cuando comprábamos arreos para la práctica de la charrería en la talabartería de Don Juanito en cuya marquesina se leía: La Palestina.
“Vienen a mi mente aquellos olores a popelina nueva de la Camisería Cadillac atendida por el siempre amable y cordial Joel Vázquez y de la camisería de los Gaytán.
“La mezcla de olores emanados de los laboratorios fotográficos de expertos de la lente de Foto Robles, Foto Alva, Foto Carlos.
“Eran tiempos de calma contemplativa, donde uno daba rienda suelta a su curiosidad. Recuerdo alguno de esos días en que saliendo de la escuela secundaria número uno, nos metimos furtivamente al Gran Hotel que se encontraba en Los Portales; recuerdo que ahí respiramos un mosaico de olores surgidos de cigarrillos, pipas y puros, calados por caballeros elegantes de aquella época sentados en la barra, o jugando dominó, ajedrez y si no mal recuerdo, al billar.
“Churchill amaba los puros, recuerdo una de sus múltiples e ilustrativas frases: Fumar puro es como enamorarse. En primer lugar, se sienten atraídos por su forma, te quedas por su sabor y siempre se debe recordar, nunca dejar que la llama se extinga.
“Ya para finalizar este recuento olfativo, seguramente, muchos estarán de acuerdo conmigo en que la mejor sinfonía olfativa la disfrutábamos sentados alrededor de lo más parecido a un pequeño paraíso en Toluca, como lo era la chimenea principal del famoso restaurante La Cabaña Suiza; el olor del crepitar de la leña al arder, la esencia de las fragancias de una bella dama, el bouquet de un buen Cabernet y el aroma surgido del Caquelon o Fondue de queso vital para un rato en buena camaradería.
“Aquellos tiempos, en que podíamos prestar atención simplemente a esos matices de los olores para alcanzar experiencias gratificantes mediante las reminiscencias de los olores del medio ambiente."
...olores que hacían también comunidad. (FIN)
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