/ lunes 10 de abril de 2023

Contexto | Después de la Santa Semana 

Durante la semana guardó silencio.

Ayunó cada día.

…para solo recordar las no palabras de otros tiempos

El guardarse en casa/ el solo pensar, el solo observar

…para irse lejos, al inicio de los años y tal vez de los tiempos…

…solo para ver rostros ensangrentados, Madres dolientes/hijos traicionados/hermanos negados y guardar silencio para solo saber que el dolor, el sufrimiento de uno puede ser el gozo de otros, sus risas, sus burlas, su propio rostro / mientras que quien traiciona encontraba su arrepentimiento en una cuerda que no era sino la venganza de sí mismo/ y el que lo negó así tres veces /porque él se lo pidió/porque así debería ser para los tiempos que vienen, huía también y se cubría el rostro…y lloraba

…pero guardó silencio y ayuno y no dijo palabra…

Y recordaba a su padre, a su madre, a su abuelo, a su hija y a su abuela…y a todos en silencio en esos días

…y el olor a tierra, y el olor a incienso, y el olor a pueblo doliente enardecido

¿inventar un mundo nuevo?

¿era eso posible?

Estar en iglesias y conventos,

Caminar desiertos y praderas

…solo para estar siempre en lo mismo

Cruzar los umbrales de los tiempos y estar en otro tiempo, pero tan siempre el mismo…

…los hombres no cambian, transforman sus ropajes, sus palabras, sus gestos…se comunican de otras formas en las que no se ven, en las que no se sienten…en las que no se miran, en las que no se mueren…

…por treinta denarios todos venden su alma, su dignidad, su memoria…y los tiempos son los mismos y porque los hombres no cambian

…y ayunaba…y no dormía…guardaba vigilia por los muertos…porque tal vez así encontrarían el paraíso…

“Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”

¿Por qué nos abandonaste a todos?

¿Por qué seguimos abandonados?

…y los hombres mueren/ y los pobres deambulan bajo sombras, bajo puentes, bajo olvidos…y ponen su rostro doliente de frente…la sangre en sus manos, la sangre en su frente…

…y hoy los queman, los matan, los olvidan…los encierran en rejas, los persigue la migra y el crimen y son presas, como antes, de la injusticia…

…pero todo es como antes…y el gobernante, como antes, le apuesta al olvido…al lavado de las manos y a la ejecución de los niños…y todos voltean al lado al momento del sacrificio

Y todos deambulan…solo para el olvido…

Y ayunó todos los días como lo hacía su padre…

Y en los pobres, siempre en los pobres, esta su imagen permanente, la imagen dolida de los desamparados de siempre…

“¡Mujer, he ahi a tu hijo!”

…y ella lo miraba impotente, triste, como ayer, como hoy, como tal vez siempre…

…poque nada cambio y aqui están los mismos de siempre.



Correo: contextotoluca@gmail.com

Durante la semana guardó silencio.

Ayunó cada día.

…para solo recordar las no palabras de otros tiempos

El guardarse en casa/ el solo pensar, el solo observar

…para irse lejos, al inicio de los años y tal vez de los tiempos…

…solo para ver rostros ensangrentados, Madres dolientes/hijos traicionados/hermanos negados y guardar silencio para solo saber que el dolor, el sufrimiento de uno puede ser el gozo de otros, sus risas, sus burlas, su propio rostro / mientras que quien traiciona encontraba su arrepentimiento en una cuerda que no era sino la venganza de sí mismo/ y el que lo negó así tres veces /porque él se lo pidió/porque así debería ser para los tiempos que vienen, huía también y se cubría el rostro…y lloraba

…pero guardó silencio y ayuno y no dijo palabra…

Y recordaba a su padre, a su madre, a su abuelo, a su hija y a su abuela…y a todos en silencio en esos días

…y el olor a tierra, y el olor a incienso, y el olor a pueblo doliente enardecido

¿inventar un mundo nuevo?

¿era eso posible?

Estar en iglesias y conventos,

Caminar desiertos y praderas

…solo para estar siempre en lo mismo

Cruzar los umbrales de los tiempos y estar en otro tiempo, pero tan siempre el mismo…

…los hombres no cambian, transforman sus ropajes, sus palabras, sus gestos…se comunican de otras formas en las que no se ven, en las que no se sienten…en las que no se miran, en las que no se mueren…

…por treinta denarios todos venden su alma, su dignidad, su memoria…y los tiempos son los mismos y porque los hombres no cambian

…y ayunaba…y no dormía…guardaba vigilia por los muertos…porque tal vez así encontrarían el paraíso…

“Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”

¿Por qué nos abandonaste a todos?

¿Por qué seguimos abandonados?

…y los hombres mueren/ y los pobres deambulan bajo sombras, bajo puentes, bajo olvidos…y ponen su rostro doliente de frente…la sangre en sus manos, la sangre en su frente…

…y hoy los queman, los matan, los olvidan…los encierran en rejas, los persigue la migra y el crimen y son presas, como antes, de la injusticia…

…pero todo es como antes…y el gobernante, como antes, le apuesta al olvido…al lavado de las manos y a la ejecución de los niños…y todos voltean al lado al momento del sacrificio

Y todos deambulan…solo para el olvido…

Y ayunó todos los días como lo hacía su padre…

Y en los pobres, siempre en los pobres, esta su imagen permanente, la imagen dolida de los desamparados de siempre…

“¡Mujer, he ahi a tu hijo!”

…y ella lo miraba impotente, triste, como ayer, como hoy, como tal vez siempre…

…poque nada cambio y aqui están los mismos de siempre.



Correo: contextotoluca@gmail.com