/ lunes 25 de marzo de 2024

Contexto | El Quijote ¿historias de amores?

Se abre el telón…la escenografía es inmensa, aparece un mundo mágico que se moverá como las olas y el viento…y empieza la historia y me imagino a Cervantes con pluma en mano escribiendo ¿describiendo-se?...

El Quijote ese personaje soñador y solitario que vive, o nos hace vivir, entre la ficción y la realidad nos lleva desde lo poético hasta lo cómico a sentir sensaciones que nos acercan cada vez más a nuestras vidas, a releer nuestros propias realidades, esas que nos dan tristezas y alegrías….caballero andante, caballero solo, siempre construía sus propios mundos para en ellos vivir…su realidad no era otra cosa sino una vida tan imagina como real porque era vivida…sus andanzas hacían contrastar a todos sus personajes sumidos en el mundo real, el construido por los hombres, con sus reglas, sus maneras de ser, de vestir, con sus creencias y sus religiones…¡quien diría que una bacia de barbero sería el sombrero más celebre de toda la literatura¡, quien pensaría que su vida se la debía a sus sueños, que caminaba soñando y soñándose…solo al volver a la realidad pudo morir…el Quijote no era joven, pero su imaginación lo volvía años atrás y lo envolvía en un mundo de retos y de amores.

Al Quijote lo han interpretado de mil maneras…en el cine, en el teatro, en la ópera…pero al ver el ballet de El Quijote de Rudolf Noureev, ese coreógrafo extraordinario, uno solo puede pensar que el personaje tiene como impulso al amor…su amor a la caballería andante, su amor a las buenas causas, su amor a las causas perdidas, su amor a Dulcinea, su amor a la justicia.

Noureev, basado en un texto de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus, desarrolla para el ballet una coreografía para el ballet tan cercana al teatro que parece que el ballet completo le habla al público. Y nos cuenta una historia de amor…y entonces aparece El Quijote con historias paralelas de sus personajes porque cada uno tiene su propia historia de la que derivan en oras historias, en otras vidas...por eso es aun mas inmortal.

Al terminar de ver el ballet me pregunta ¿a quien le aplaudo? ¿a Cervantes? ¿a Noureev? ¿al hijo del barbero? ¿al ballet?...¿a quien?

Y así como Moliere, como Shakespeare, Cervantes sigue recogiendo aplausos muchos siglos después…

…y sí, El Quijote sigue siendo un personaje del amor…y me lo imagino aun caminar solo, tan solo para dar amor una vez a Dulcinea, otra vez a Sancho, otra vez a la justicia…Don Quijote al amar cierra el círculo. No necesita que lo amen, su amor tan inmenso llega más allá de los convencionalismos religiosos o sociales, él completa el amor de la otra, de la otro, en un universo que lo envuelve y por el que vive.

Don Quijote no necesita ser amado porque ama…¿cuál es el arrepentimiento de Dulcinea al saberse amada e imaginarse entregada en brazos de otro? ¿cuál sería su pregunta al saber que su amor ya no era necesario porque el circulo del amor se había cerrado al volver Don Quijote a la razón?

…y sí, también el Quijote puede ser la historia de los amores perdidos.

El ballet finaliza en jubilo, los amorosos se encuentran, se entrelazan y deciden con todo el público terminar siendo felices... el espacio del amor es tan amplio que hasta el arrepentimiento cabe…

Y así Don Quijote sigue su marcha, esa marcha silenciosa, melancólica y alegre porque sabe que al final lo mueve solo el amor…

…se cierra el telón y todos aplauden.

Correo: contextotoluca@gmail.com

Se abre el telón…la escenografía es inmensa, aparece un mundo mágico que se moverá como las olas y el viento…y empieza la historia y me imagino a Cervantes con pluma en mano escribiendo ¿describiendo-se?...

El Quijote ese personaje soñador y solitario que vive, o nos hace vivir, entre la ficción y la realidad nos lleva desde lo poético hasta lo cómico a sentir sensaciones que nos acercan cada vez más a nuestras vidas, a releer nuestros propias realidades, esas que nos dan tristezas y alegrías….caballero andante, caballero solo, siempre construía sus propios mundos para en ellos vivir…su realidad no era otra cosa sino una vida tan imagina como real porque era vivida…sus andanzas hacían contrastar a todos sus personajes sumidos en el mundo real, el construido por los hombres, con sus reglas, sus maneras de ser, de vestir, con sus creencias y sus religiones…¡quien diría que una bacia de barbero sería el sombrero más celebre de toda la literatura¡, quien pensaría que su vida se la debía a sus sueños, que caminaba soñando y soñándose…solo al volver a la realidad pudo morir…el Quijote no era joven, pero su imaginación lo volvía años atrás y lo envolvía en un mundo de retos y de amores.

Al Quijote lo han interpretado de mil maneras…en el cine, en el teatro, en la ópera…pero al ver el ballet de El Quijote de Rudolf Noureev, ese coreógrafo extraordinario, uno solo puede pensar que el personaje tiene como impulso al amor…su amor a la caballería andante, su amor a las buenas causas, su amor a las causas perdidas, su amor a Dulcinea, su amor a la justicia.

Noureev, basado en un texto de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus, desarrolla para el ballet una coreografía para el ballet tan cercana al teatro que parece que el ballet completo le habla al público. Y nos cuenta una historia de amor…y entonces aparece El Quijote con historias paralelas de sus personajes porque cada uno tiene su propia historia de la que derivan en oras historias, en otras vidas...por eso es aun mas inmortal.

Al terminar de ver el ballet me pregunta ¿a quien le aplaudo? ¿a Cervantes? ¿a Noureev? ¿al hijo del barbero? ¿al ballet?...¿a quien?

Y así como Moliere, como Shakespeare, Cervantes sigue recogiendo aplausos muchos siglos después…

…y sí, El Quijote sigue siendo un personaje del amor…y me lo imagino aun caminar solo, tan solo para dar amor una vez a Dulcinea, otra vez a Sancho, otra vez a la justicia…Don Quijote al amar cierra el círculo. No necesita que lo amen, su amor tan inmenso llega más allá de los convencionalismos religiosos o sociales, él completa el amor de la otra, de la otro, en un universo que lo envuelve y por el que vive.

Don Quijote no necesita ser amado porque ama…¿cuál es el arrepentimiento de Dulcinea al saberse amada e imaginarse entregada en brazos de otro? ¿cuál sería su pregunta al saber que su amor ya no era necesario porque el circulo del amor se había cerrado al volver Don Quijote a la razón?

…y sí, también el Quijote puede ser la historia de los amores perdidos.

El ballet finaliza en jubilo, los amorosos se encuentran, se entrelazan y deciden con todo el público terminar siendo felices... el espacio del amor es tan amplio que hasta el arrepentimiento cabe…

Y así Don Quijote sigue su marcha, esa marcha silenciosa, melancólica y alegre porque sabe que al final lo mueve solo el amor…

…se cierra el telón y todos aplauden.

Correo: contextotoluca@gmail.com