/ lunes 7 de octubre de 2024

Contexto | ¿Ha perdido Dios el control del mundo?

Ese día el filosofo Jon André se encontraba un tanto desolado. Sentado frente a su jardín, con su tasa de café y su cigarrillo en la mano observaba su pasto recién cortado en el que sobresalían una bellas flores las que, a pesar del frio, parecían rejuvenecer todo el ambiente. Verlas le dio un poco de ánimo…bueno al menos había sacado un suspiro de esperanza frente a ese sentimiento de impotencia frente a las realidades del mundo que le incomodaban.

A decir verdad, Jon André no se sentía a gusto ya en el mundo….bueno en este mundo. Esa mañana, como siempre, había revisado en su tablet, los periódicos que eran de su interés. Se sentía a través de ellos como si fuera testigo de las tragedias que ocurrían cada día.

Empezaba siempre con Le Monde, el periódico francés que más le gustaba, y que tenía como encabezado la guerra de medio oriente, el testimonio de las matanzas e invasiones de Israel, las amenazas de Irán y los amagos de guerra total en la zona.

Luego seguía con los periodos norteamericanos The New York Times y The Washigton Post que destacaban uno las locuras de Trump ahora secundado por Elon Musk y la guerra en Gaza, y el otro también la tensión en el medio oriente y los desastres provocados por el huracán Helena.

Seguía con el periódico ingles The Guardian que también daba cuenta de la escalada de bombardeos de Israel sobre el Líbano y la estela de muerte que dejaba a su paso…y luego los periódicos mexicanos en los que destacaban la violencia en Sinaloa y Guanajuato y los debates inútiles y ociosos de la clase política mexicana mientras en el resto del país muchas poblaciones se desgarraban por la violencia…

…ya ni le siguió y es que ese día estaba un poco desanimado…él que era ateo por convicción se empezaba a preguntar que estaba en el origen de tanto desorden…”el mundo es un desmadre”, pensaba para si mismo…”creo que Dios o los dioses ya se olvidaron de los hombres”….todo, según el, estaba al garete…y la mano de Dios había dejado caer a la humanidad en el mas profundo de los abismos....y hacia un repaso y se preguntaba, ¿en donde esta Yahveh, en donde el Dios cristiano, en donde Alá, es mas el mundo como era mas reflejo de la ira y los caprichos de Zeus o mas bien el sonar de los tambores a la sombra de Huitzilopochtli para entrar a la guerra sin importar las dimensiones o bien un mundo más bien dominado por Shiva como dios destructor del universo…

“,,,un complot de todos los dioses”, pensaba. Y si, eso era más bien. Las tragedias de la humanidad, los tiempos actuales serían también “¿y por que no? “una guerra entre todos los dioses de todas las culturas porque tal vez ya nadie gobernaba al mundo y un grupo de fanáticos se habían apoderado de los gobiernos de muchas sociedades para enfrentarlas.

“el mundo está sólo”, se decía, y “dios nos ha abandonado. y Jon André se quedó pensando y con su cigarrillo en la mano mientras allá en el cielo lo dioses se peleaban y por aquí en el desorden los hombres también.

Correo: contextotoluca@gmail.com

Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.

Ese día el filosofo Jon André se encontraba un tanto desolado. Sentado frente a su jardín, con su tasa de café y su cigarrillo en la mano observaba su pasto recién cortado en el que sobresalían una bellas flores las que, a pesar del frio, parecían rejuvenecer todo el ambiente. Verlas le dio un poco de ánimo…bueno al menos había sacado un suspiro de esperanza frente a ese sentimiento de impotencia frente a las realidades del mundo que le incomodaban.

A decir verdad, Jon André no se sentía a gusto ya en el mundo….bueno en este mundo. Esa mañana, como siempre, había revisado en su tablet, los periódicos que eran de su interés. Se sentía a través de ellos como si fuera testigo de las tragedias que ocurrían cada día.

Empezaba siempre con Le Monde, el periódico francés que más le gustaba, y que tenía como encabezado la guerra de medio oriente, el testimonio de las matanzas e invasiones de Israel, las amenazas de Irán y los amagos de guerra total en la zona.

Luego seguía con los periodos norteamericanos The New York Times y The Washigton Post que destacaban uno las locuras de Trump ahora secundado por Elon Musk y la guerra en Gaza, y el otro también la tensión en el medio oriente y los desastres provocados por el huracán Helena.

Seguía con el periódico ingles The Guardian que también daba cuenta de la escalada de bombardeos de Israel sobre el Líbano y la estela de muerte que dejaba a su paso…y luego los periódicos mexicanos en los que destacaban la violencia en Sinaloa y Guanajuato y los debates inútiles y ociosos de la clase política mexicana mientras en el resto del país muchas poblaciones se desgarraban por la violencia…

…ya ni le siguió y es que ese día estaba un poco desanimado…él que era ateo por convicción se empezaba a preguntar que estaba en el origen de tanto desorden…”el mundo es un desmadre”, pensaba para si mismo…”creo que Dios o los dioses ya se olvidaron de los hombres”….todo, según el, estaba al garete…y la mano de Dios había dejado caer a la humanidad en el mas profundo de los abismos....y hacia un repaso y se preguntaba, ¿en donde esta Yahveh, en donde el Dios cristiano, en donde Alá, es mas el mundo como era mas reflejo de la ira y los caprichos de Zeus o mas bien el sonar de los tambores a la sombra de Huitzilopochtli para entrar a la guerra sin importar las dimensiones o bien un mundo más bien dominado por Shiva como dios destructor del universo…

“,,,un complot de todos los dioses”, pensaba. Y si, eso era más bien. Las tragedias de la humanidad, los tiempos actuales serían también “¿y por que no? “una guerra entre todos los dioses de todas las culturas porque tal vez ya nadie gobernaba al mundo y un grupo de fanáticos se habían apoderado de los gobiernos de muchas sociedades para enfrentarlas.

“el mundo está sólo”, se decía, y “dios nos ha abandonado. y Jon André se quedó pensando y con su cigarrillo en la mano mientras allá en el cielo lo dioses se peleaban y por aquí en el desorden los hombres también.

Correo: contextotoluca@gmail.com

Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.