/ lunes 27 de mayo de 2024

Contexto | Los últimos días: la confrontación

Los tres amigos no se habían vuelto a reunir.

Sus diferentes percepciones sobre la política mexicana los había alejado.

“Son los tiempos y ni modo”, pensaba Hugo.

“…a la chin.... todos, a mí me sedujo el discurso del gobierno”, afirmaba Paco.

“Cuál pin... transformación, si estamos peor que antes”, se decía Luis?

Hugo, Paco y Luis, los amigos inseparables de siempre se habían alejado por sus diferencias sobre la realidad política actual.

“Es momento de definiciones”, los provocaba Paco que desde hacia meses era proclive al discurso gubernamental y a la candidata oficial, “o son o no son”, les exigía a sus amigos.

Hugo y Luis lo invitaban a la moderación, a que discutieran igual que antes, a que su tolerancia que siempre había sido su orgullo no se perdiera.

Luis sostenía que las cosas tenían que cambiar porque en el país que estaba sumido en la violencia, que el crimen había avanzado ante la complacencia del gobierno, que cada vez la política estaba en sus mas bajos niveles y que la razón había sido sustituida por la emoción y el insulto, que los niños muertos, que los desaparecidos, la falta de medicinas…y que lo mejor que le podía ocurrir a México sería una mujer presidenta y de origen indígena que porque a México “con los presidentes de origen indígena le había ido históricamente mejor”.

Hugo, siempre mas sereno, les pedía que valoraran, como siempre, juntos las cosas. Él, como ingeniero, hasta había hecho una matriz para evaluar mas seriamente al gobierno actual y a las candidatas. “Volvamos a nuestras tertulias de siempre”, les decía…pero las posturas se hicieron cada vez mas radicales al punto que dejaron de hablarse.

Antes de separarse en una cosa si habían coincidido en que el “otro candidato” estaba jugando un papel vergonzoso y casi casi como de esquirol del oficialismo…además que los tres en el WhatsApp que aun compartían les había indignado que saliera corriendo cuando se le cayó el templete en lugar de quedarse a ayudar a sus simpatizantes “eso fue una cobardía”, coincidieron los tres.

Pues la amistad se puso en juego y hasta el día de hoy no se habían vuelto a reunir.

Hugo solo en su casa lamentaba la situación. “La amistad de tantos años”, pensaba, estaba agonizando por lo que él pensaba era el discurso de odio que se había desarrollado entre los mexicanos y que mas allá de resolver las diferencias los estaba llevando a un camino sin salida. En su fuero interno pensaba el papel tan triste que habían hecho los medios de comunicación al reproducir una y otra vez los discursos de odio, las manifestaciones que denigraban al ser mexicano, de como la pobreza y los pobres de México había sido utilizados por el poder para escudar detrás de ellos las ambiciones políticas de magnates y de políticos sin escrúpulos. Pensaba que poco había cambiado, pero en un esfuerzo trataba de reconocer algún avance.

Caminaba solo por la calle después de haber tomado su café en el restorán de siempre.

Veía a la gente transitar con normalidad mientras en sus audífonos el noticiero que escuchaba daba cuenta, a unos días de la elección del asesinato de otro candidato…vino a su mente la ejecución del niño de doce años en Tabasco y pensó que tal vez esa muerte era como la síntesis de estos años: impunidad del crimen, miedo en las calles, insuficiencia de elementos médicos para salvarle la vida…dolor y olvido.

No le quedó más que suspirar. Tal vez el 3 de junio podrían volver a reunirse y hablar…solo tal vez…la verdad no se imaginaba como podría ser el día después de las elecciones…lo que si tenía claro era que México no podría vivir en un país en donde unos y otros se siguieran denigrando.

…solo suspiro por la amistad perdida…por una confrontación inútil.

Correo: contextotoluca@gmail.com

Los tres amigos no se habían vuelto a reunir.

Sus diferentes percepciones sobre la política mexicana los había alejado.

“Son los tiempos y ni modo”, pensaba Hugo.

“…a la chin.... todos, a mí me sedujo el discurso del gobierno”, afirmaba Paco.

“Cuál pin... transformación, si estamos peor que antes”, se decía Luis?

Hugo, Paco y Luis, los amigos inseparables de siempre se habían alejado por sus diferencias sobre la realidad política actual.

“Es momento de definiciones”, los provocaba Paco que desde hacia meses era proclive al discurso gubernamental y a la candidata oficial, “o son o no son”, les exigía a sus amigos.

Hugo y Luis lo invitaban a la moderación, a que discutieran igual que antes, a que su tolerancia que siempre había sido su orgullo no se perdiera.

Luis sostenía que las cosas tenían que cambiar porque en el país que estaba sumido en la violencia, que el crimen había avanzado ante la complacencia del gobierno, que cada vez la política estaba en sus mas bajos niveles y que la razón había sido sustituida por la emoción y el insulto, que los niños muertos, que los desaparecidos, la falta de medicinas…y que lo mejor que le podía ocurrir a México sería una mujer presidenta y de origen indígena que porque a México “con los presidentes de origen indígena le había ido históricamente mejor”.

Hugo, siempre mas sereno, les pedía que valoraran, como siempre, juntos las cosas. Él, como ingeniero, hasta había hecho una matriz para evaluar mas seriamente al gobierno actual y a las candidatas. “Volvamos a nuestras tertulias de siempre”, les decía…pero las posturas se hicieron cada vez mas radicales al punto que dejaron de hablarse.

Antes de separarse en una cosa si habían coincidido en que el “otro candidato” estaba jugando un papel vergonzoso y casi casi como de esquirol del oficialismo…además que los tres en el WhatsApp que aun compartían les había indignado que saliera corriendo cuando se le cayó el templete en lugar de quedarse a ayudar a sus simpatizantes “eso fue una cobardía”, coincidieron los tres.

Pues la amistad se puso en juego y hasta el día de hoy no se habían vuelto a reunir.

Hugo solo en su casa lamentaba la situación. “La amistad de tantos años”, pensaba, estaba agonizando por lo que él pensaba era el discurso de odio que se había desarrollado entre los mexicanos y que mas allá de resolver las diferencias los estaba llevando a un camino sin salida. En su fuero interno pensaba el papel tan triste que habían hecho los medios de comunicación al reproducir una y otra vez los discursos de odio, las manifestaciones que denigraban al ser mexicano, de como la pobreza y los pobres de México había sido utilizados por el poder para escudar detrás de ellos las ambiciones políticas de magnates y de políticos sin escrúpulos. Pensaba que poco había cambiado, pero en un esfuerzo trataba de reconocer algún avance.

Caminaba solo por la calle después de haber tomado su café en el restorán de siempre.

Veía a la gente transitar con normalidad mientras en sus audífonos el noticiero que escuchaba daba cuenta, a unos días de la elección del asesinato de otro candidato…vino a su mente la ejecución del niño de doce años en Tabasco y pensó que tal vez esa muerte era como la síntesis de estos años: impunidad del crimen, miedo en las calles, insuficiencia de elementos médicos para salvarle la vida…dolor y olvido.

No le quedó más que suspirar. Tal vez el 3 de junio podrían volver a reunirse y hablar…solo tal vez…la verdad no se imaginaba como podría ser el día después de las elecciones…lo que si tenía claro era que México no podría vivir en un país en donde unos y otros se siguieran denigrando.

…solo suspiro por la amistad perdida…por una confrontación inútil.

Correo: contextotoluca@gmail.com