“Vivimos como si no pasara nada”, eso dice en una entrevista con el diario El País, el filósofo alemán Peter Sloterdijk…y si uno se pone a pensar se comprueba que es cierto.
Nos hemos acostumbrado a la violencia.
Nos hemos acostumbrado a ver a los pobres deambular por las calles y no significar nada.
Vemos a los inmigrantes caminar miles de kilómetros y nadie parece conmoverse.
Vemos a un niño mendigar en las calles mexicanos y eso parece normal.
Vemos a miles morirse en San Francisco por el consumo de fentanilo y nadie dice nada porque ya los confinan en barrios donde nadie los pueda ver.
Vemos a los niños de Gaza asesinados por las balas de ejército de Israel y todos guardan, salvo los estudiantes de universidades, un silencio cómplice.
Vemos que el cambio climático es una realidad y nadie aporta en lo individual nada porque se piensa que su esfuerzo nadie lo valora, que es inútil.
Vemos al crimen organizado matar a decenas cada día en México y ya nadie dice nada.
Vemos a decenas de candidatos asesinados en las elecciones mexicanas y nos dicen que son poquitos y que por tanto no es un problema…y lo creemos o más bien nos vale.
Vemos a las madres buscadoras buscando y todos somos diferentes porque el gobierno lo es también…y porque quienes los responsables nunca han perdido un hijo y no saben lo que es.
Vemos a millones de jóvenes mexicanos que abandonaron la escuela después de la pandemia y nadie se ha preocupado por volverlos a reintegrar.
Vemos a los jóvenes drogarse y no decir nada porque se invade su privacidad.
Vemos a los clérigos predicar la represión personal y nadie dice nada porque a muchos les conviene tener a cuerpos y almas encarcelados porque son más sumisos.
Pero en ese vivir como si no pasara nada, nos la pasamos en el elogio, en la ocupación de lo que es inútil incluso para nuestras vidas:
Que si el fulanito artista tiene o no tiene un hijo o hija o lo que sea,
Que si la otra fulanita artista le puso los cuernos a no se quién con su compadre que no se tampoco quién sea,
Que si a la fulana le pusieron senos de silicón y que ya casi se muere.
Que si al perengano futbolista le pagan mas millones con los que podría sacar del hambre a mas de mil niños de África y todavía le aplaudimos,
Que si al presidente, al primer ministro le duele la muela y se hace todo un drama nacional por un padecimiento que tienen millones y que nadie atiende,
…y nos hacen preocuparnos por la autoflagelación pública de muchos políticos, artistas, futbolistas, tenistas y los compadecemos porque así nos lo imponen los medios de comunicación,
Porque millones se la pasan proyectando su vida personal en las redes sociales, en el feisbuk, en el Instagram, en el tiktok, para que el mundo nos vea, vea nuestros rostros, nuestro trabajo y nos admire.
Porque caemos en la falsa humildad que quieren proyectar los gobernantes mientras sus mesas están repletas de manjares y sus familias no padecen lo que padece la gente…
…y por eso termina diciendo Sloterdijk…” el ser humano contemporáneo solo se refugia del futuro (y yo añadiría el presente también) con actitudes frívolas” …
…a cada uno de pensar… ¿no cree?