/ viernes 8 de marzo de 2024

De análisis y reflexión | El 95 aniversario del PRI

Y todavía faltan 208 días para que se vaya AMLO

El Partido Revolucionario Institucional cumplió el pasado día lunes 95 años de haberse fundado, cada que tengo la oportunidad, expreso lo siguiente: “La primera condición que se exige a un enfermo grave y que puede sanar con el tratamiento adecuado es reconocer su enfermedad”, es decir aceptar el diagnostico, someterse a un estricto periodo de tratamiento, que quizá dure un buen tiempo a lo mejor más de lo que uno espera, pero a la actual dirigencia eso es pedirle mucho más de lo que pueden dar.

Hoy día el PRI está muy enfermo, casi casi en un periodo agonizante ya que, para poder competir en el pasado periodo electoral de 2023 en el Estado de México, y este año electoral en el que vamos a elegir Presidente de la Republica, el PRI para mantener su supervivencia tiene que aliarse con el PAN y el PRD (alianza estrategia antinatural).

El PRI perdió en el 2018 el poder político, pero lo más grave es que el PRI perdió el rumbo tanto nacional como estatal, hoy día carece de un liderazgo (Nacional y Estatal) para lograr el entusiasmo y la motivación de la militancia, la sociedad mexicana está cansada de ver las luchas cruentas y desgarradoras (en toda la clase política del país) por la ambición del poder, por la conquista del poder político mexicano y de acaparar todo en el gobierno; como si fuera un “botín”; la sociedad mexicana, se cansó de las mafias, de la corrupción, del nepotismo, de la incapacidad e ineficiencia.

Francamente, no nos queremos dar cuenta, no queremos abrir los ojos, José Antonio Meade perdió la elección de julio de 2018, por no ser militante del PRI, más antes el PRI nombro como presidente Nacional a Enrique Ochoa Reza (2016-2018) nunca pudo presentarse como líder unificador del partido; más aún el PRI mexiquense perdió la elección de 2023 con Alejandra del Moral una política que a ocupado muchos cargos en dos ocasiones la presidencia estatal del partido; presidenta municipal; diputada local y federal; secretaria del gobierno del estado, pero una política sin ideología, sin rumbo y sin meta se dejó llevar como un barco a la deriva.

Ahora si bien cabe la expresión de Luis Donaldo Colosio: “No queremos candidatos, ni dirigentes que, al ser designados, los primeros sorprendidos en conocer su pretendida militancia en el partido, somos los propios priistas”.

Mucho cuidado porque el PRI esta moribundo, en estado de “coma”, y mientras no tengamos un líder emergido de la militancia y con trabajo en las bases, que marque el rumbo, que marque la estrategia, que demuestre de una convicción ideológica priista, que este comprometido con los principios programáticos del partido; la militancia clama por un líder autentico, real, que unifique al partido y que lo prepare para las nuevas contiendas políticas, en la que se requieren; preparación, capacidad, ideología, inteligencia, estrategia, objetivo y metas; atributos que durante los últimos años, el partido fue perdiendo poco a poco, hasta perder el poder político, objeto y sustancia de la política.

El pasado lunes fue un día común y corriente, ya ni la militancia reconoce que el 4 de marzo de 1929, es la fecha en que debía celebrarse su fundación.

Magistrado en retiro/famlopezs@hotmail.com