Y todavía faltan 201 días para que se vaya AMLO
El artículo 128 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos indica claramente que: “Todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen”.
El Presidente de la República es el funcionario público de más alto rango en este país, pues como dice nuestra constitución en su artículo 80 que: “Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.
La Constitución es la ley suprema de este país, es la carta magna que todos los mexicanos estamos obligados a cuidar y preservar; cuando se dice “guardar” significa eso, cuidar, preservar, acatar; No es un simple documento con 136 artículos y más de 700 reformas, sino que es un sistema de normas organizado en base a los principios de las luchas de los mexicanos se han visto plasmadas en los congresos constitucionales (1824, 1857 y 1917) y que están insertados es este documento como clave de la organización política y administrativa del pueblo mexicano.
Y ahora resulta que témenos un presidente totalitario y “meta constitucional” es decir que quiere ir mas allá de la Constitución; pues en los últimos días se atrevió a expresar que: “Ninguna ley está por encima de la autoridad política y la autoridad moral, de mi encargo como presidente de la república”.
Insisto que artículo 128 indica en su segunda parte: “…guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen”; lo cual significa que toda ley deviene de la Constitución, pues la constitución es el máximo cuerpo de leyes, es la norma suprema del país y el presidente escudado en su cargo no tiene justificación de haber violado los derechos a la protección de los datos personales de ninguna persona y menos a exhibir públicamente su número telefónico.
El Estado de Derecho significa que el estado legalmente lleva a cabo sus propósitos y fines a través de los gobernantes, servidores públicos, a quienes se les encomienda el cumplimiento de los fines políticos y jurídicos, contenidos en el orden jurídico vigente por lo que, todo funcionario público está sometido a ley y no debe desvirtuar su sentido pues tiene limitada su capacidad para actuar ya que se subordina estrictamente a los mandatos legales.
Es obligación de todo gobernante respetar la ley como una conquista histórica del pueblo de México, de las luchas por establecer un verdadero Estado de Derecho, que no es otra cosa que una constitución civilizada que supone la sujeción de quienes integran la sociedad (gobernantes y gobernados) a un conjunto de normas jurídica que normas, ordenan y encausan dentro de los limites pactados la entera convivencia social colectiva.
Los derechos consignados en la constitución para ser efectivamente protectores del cuidando deben ser fuente de tranquilidad humana y que en la misma constitución se entreguen los instrumentos que defenderán esos derechos en caso de ser violentados por el poder público para ello tenemos: el juicio de amparo; el juicio de responsabilidad en los servidores públicos; y la controversia constitucional.
Por tanto, el presidente de la república; ni él ni ninguna autoridad tiene derecho a violar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen. Porque aquí en México “La Ley si es la ley”.
Magistrado en retiro/famlopezs@hotmail.com