La gobernadora Delfina Gómez Álvarez cumple un mes en el cargo este lunes y aunque no se pueden esperar resultados inmediatos en este tiempo pero sí hay cuestiones que destacan en positivo y negativo que advierten la falta de idea y claridad de lo que se pretende para esta administración y el destino que se le quiere dar al Estado de México.
De inicio se debe mencionar que el gobierno ha arrancado más lento de lo que se preveía en función de la cantidad de reuniones que anunció en sus redes sociales además de la anticipación con la que se hicieron algunas cosas como el anuncio de los miembros del gabinete así como la nueva imagen institucional, que se llevaron a cabo, incluso, antes de que realizara la toma de protesta que, dicho sea de paso, se realizó dos días antes de que comenzara formalmente la administración.
Con todos los indicadores que advertían que había interés en que se notara de inmediato el cambio de administración, de partido, que se hiciera evidente que había llegado una nueva forma de hacer las cosas; esto no ocurrió, por el contrario, los días transcurrieron sin que se presentara una sola acción de gobierno o un solo anuncio, quizás un plan de trabajo de 100 días o algún programa de desarrollo para la administración, algo que mostrara no sólo el trabajo hecho en la transición sino que dictará alguna línea de lo que se pretende para el Estado de México y sus habitantes.
La primera gira de trabajo de la gobernadora fue en Ecatepec para la inauguración de dos calles municipales para un total de 2 kilómetros lineales de vía además de la inauguración de un pozo de agua. A esto, el gobierno estatal le dio por llamarle “giras de agradecimiento”. Las giras se mantuvieron en ese tenor, desde reuniones de trabajo que se anunciaron como grandes acciones hasta basificaciones a maestros, todas ellas iniciadas y tramitadas todavía en tiempos de la administración anterior.
Así llegó la gira de trabajo con el presidente Andrés Manuel López Obrador por Tecámac, opacada por el polémico beso en la mano presidencial por parte de la alcaldesa Mariela Gutiérrez; no hubo un solo anuncio relacionado con acciones estatales, simplemente se llevó a cabo el aviso de que habrá un aumento en la pensión de los adultos mayores en 2024 y la revisión del avance de obra del Tren Suburbano al AIFA; el mes terminaba con una visita a Texcoco sin que en esos primeros 15 días de gobierno hubiera una sola acción de política gubernamental.
Lo más cercano a una política de gobierno llegó hasta el 4 de octubre con el anuncio de un programa de rescate de animales de compañía en situación de calle; un problema que se ha convertido en un verdadero flagelo para algunas comunidades de la entidad pero que no será resuelto en el corto o mediano plazo, dado que el anuncio no contempla acciones inmediatas y se limita a los tradicionales programas de esterilización, la revisión de los 33 sitios de control canino y recuperación de algunos animales que viven en la calle para entregarlo a los centros de adopción.
Otro problema que ha enfrentado el arranque de la administración es la falta de nombramientos pues a un mes de haber arrancado, faltan varias direcciones en las que los titulares siguen sin presentarse o, de plano, que no se sabe ni siquiera quién podría ser la persona que quedará a cargo, es el caso muy claro de la vocería, posición que corresponde directamente al staff de la gobernadora pero que sigue vacante a pesar de las especulaciones sobre quién podría llegar a ocupar ese sitio.
Inicialmente se especuló que el exvocero de Senado de la República, Abelardo Martín Miranda, sería quien llegaría a ocupar el puesto de la vocería mexiquense; su renuncia al Senado fortaleció la idea de que sería él quien encabezara esa oficina aún acéfala en la administración; los rumores se dieron como noticia pese a que el círculo cercano al comunicador aseguraba que no había interés del servidor público de sumarse al gobierno de Delfina Gómez, al final nada ocurrió y el puesto cumple un mes como vacante.
La ausencia se vuelve cada vez mas notoria en la administración: no se observa una política de comunicación, la pocas acciones de la gobernadora se hacen invisibles, pasan prácticamente desapercibidas mientras que no hay claridad en las dependencias del gobierno estatal sobre lo que pueden hacer o no, si se puede dar una entrevista o si mejor no, si se puede hacer un anuncio o si se puede continuar con las actividades programadas con los reporteros; la comunicación hacia la sociedad mexiquense está limitada a escuetos boletines de temas sin trascendencia.
El asunto de la falta de nombramientos ha generado ya rumores en los círculos políticos de Morena pues comienzan a correr las versiones de que hay varios perfiles que han rechazado las invitaciones de la mandataria y su equipo para sumarse a la administración estatal en espera de una mejor opción de cara al proceso electoral de 2024 o simplemente porque no están dispuestos a trabajar junto algún funcionario que ya está sumado con la gobernadora y que, consideran, con sus antecedentes, no debería ser parte del equipo de trabajo.
Los altibajos en la administración de Delfina Gómez Sonia preocupantes para lo que se refiere al destino del Estado de México, en buena medida, porque muestran indicios de la falta de dirección respecto hacia dónde se quiere llevar a la entidad; la firma de acuerdos y convenios así como la reuniones con empresarios han permitido generar un poco de tranquilidad respecto a lo que se avisora de este gobierno, pero aún no se observa cuál será el objetivo de esta administración.
Los primeros 30 días de gobierno han transcurrido sin pena ni gloria, sin grandes anuncios ni eventos y se han limitado a entregar acciones que se echaron andar a finales del gobierno anterior; lo más preocupante para el actual gobierno es que no hay una clara diferencia entre lo que se hizo en el sexenio anterior y lo que se está haciendo en el presente.