La posibilidad de incidir en la redacción de una nueva Constitución para el Estado de México nos animó a cientos de organizaciones y personas a participar en el ejercicio del Parlamento Abierto en el marco de los trabajos que lleva a cabo el Secretariado Técnico para el Análisis y Estudio de la Reforma Constitucional y el Marco Legal del Estado de México (Ver: sectec.gob.mx)
A pesar de que la iniciativa que le dio origen partió más bien de una coyuntura que de una Agenda Legislativa construida democráticamente al interior del Grupo Parlamentario de Morena, la expectativa que generó rebasó por mucho las expectativas y obliga a que las personas participantes elevemos miras para responder a esta gran participación.
También habría que apuntar el espacio estratégico que significa el Poder Legislativo en nuestra entidad. Hay que reconocer que el ejercicio de Parlamento Abierto ha tenido una mayor presencia en medios que el ejercicio de Gobierno Abierto convocado por el INFOEM y el Poder Ejecutivo representado a través de la Secretaría de la Contraloría y en el que participamos en su convocatoria en 2019 unas 14 organizaciones.
A casi nadie le interesa saber si un buen disco está producido con determinado equipo de audio, parafraseando a un colega. Así entiendo esta experiencia: definir el concepto de Parlamento Abierto era lo de menos si el objetivo de incidir en la Constitución Política del Estado de México se transmitió de manera clara y efectiva. En lo personal esto me parece muy revelador, porque a pesar de que los ejercicios locales de gobierno abierto bit.ly/3rztGGL ya llevan promoviéndose desde 2016 y cuentan con una metodología acompañada por el INAI, estos no han logrado superar el nicho de especialistas en el que nos encontramos.
Y esto es, quizá, porque los espacios de Gobierno Abierto han sido diseñados para lucir a sus protagonistas han terminado por convertirse en un fin en sí mismo y no como un medio. La potencialidad del enfoque de gobierno abierto es, precisamente, el poder mejorar las políticas públicas y programas prioritarios. Y ese también es el reto de los órganos constitucionales autónomos: aportar valor público y que la ciudadanía los perciba como imprescindibles.
Aunque como en todo espacio novedoso también implica un aprendizaje ciudadano, el mayor reto es para el espacio del Parlamento Abierto implica estar a la altura de las expectativas, para no generar una desilusión. Me parece que todavía hay grandes posibilidades de encauzar el ánimo ciudadano y la voluntad política de cambio.
La continuidad de estos trabajos depende de un acuerdo entre PRI y Morena que, todo parece indicar, se está construyendo para la siguiente Legislatura. Ojalá que se den las condiciones políticas para que también se profundice el Parlamento Abierto, como ejercicio y como modelo de reforma del Poder Legislativo.
@drcervantesp
Daniel Rosemberg Cervantes Pérez
Politólogo y consultor especialista en innovación pública, transparencia y gobierno abierto. Integrante del Colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes (CIMTRA), fundador de Innovación Cívica A.C. y coordinador de la Red Mexiquense de Gobierno Abierto.