Hace 140 años, aproximadamente, el cronista Isauro M. Garrido decía que hasta ese momento nadie se había ocupado de hacer un análisis de las aguas potables de Toluca y que el honor de haber hecho un trabajo científico y laborioso al respecto correspondía al profesor de farmacia Manuel C. Jiménez, “Farmacéutico de la Facultad de México”, y quién tenía una farmacia y droguería en la esquina de la avenida de la Independencia y la calle de Juárez en nuestra ciudad.
El resultado de aquella tarea emprendida por don Manuel C. Jiménez revelaba lo siguiente:
AGUA DE LA HACIENDA DE LA PILA
Temperatura 12° C., tomada el día 6 de marzo; densidad 1.000310.
Productos gaseosos en centm. cubs, por litro.- 16,000 compuestos de aire, oxígeno yácido carbónico.
Productos sólidos.- 0.40002 compuestos de carbonato de cal en su mayor parte, cloruro de sodio, sulfato de sosa, sílice, fierro (indicios) y materia orgánica en cantidad inapreciable.
Este análisis fue hecho con el agua del manantial, se hizo otro del agua de la fuente, tomada de la cañería, y solo difiere en su composición, por una cantidad un poco mayor de gases y de productos sólidos, no encontrándose plomo.
AGUA DE LA MERCED
Temperatura tomada en el manantial, el día 10 de marzo, á las diez de la mañana 9 ½ c., densidad 1.000340.
Productos gaseosos en centm. cub. por litro.- 15,000.
Productos sólidos por litro.- 0.45000 compuestos de carbonato de cal, cloruro de sodio, sulfato de sosa, materia orgánica, sílice y fierro.
Se concluía que el análisis revelaba que el agua no contenía ninguna cantidad de plomo, resaltando que no porque las cañerías de la ciudad fueran de plomo operase alguna descomposición que alterara la bondad del agua.
Gustosos anunciamos que el Sr. Jiménez sigue ocupándose de hacer el análisis de las aguas potables y no potables de la Ciudad”, concluía la nota.
Fue hasta las postrimerías del porfiriato, cuando el ingeniero Luís Barragán presentó un proyecto referente a la purificación de las aguas que surtían a Toluca; la Gaceta del Gobierno, periódico oficial del gobierno constitucional del Estado de México, de fecha 14 de noviembre de 1908 anunciaba:
“La planta purificadora según el proyecto del señor Barragán, constará de cuatro estanques-filtros de lámina de acero, probados á presión de 60 libras por pulgada cuadrada, ocho pies de diámetro y veinte de altura y dos purificadores químicos, con tubos, llaves, etc., etc. El importe de la planta, puesta en Nueva York, es de $ 40,624.34”.
Debemos agregar que el farmacéutico Manuel C. Jiménez también fue pionero en la industria toluqueña de aguas gaseosas y artificiales; se puede decir que a partir de 1907 la industria refresquera toluqueña adquirió gran importancia, durante esa época la industria cervecera también alcanzó notabilidad y hoy -aún con crisis hídrica- la producción de cerveza artesanal igualmente reviste considerable ascenso.
*Cronista municipal de Toluca.