/ lunes 19 de agosto de 2024

El doctor Juan Rodríguez III

Después de la intervención del regidor Mariano García en la sesión de Cabildo del día 31 de julio de 1897 en que se declaró: “Hijo predilecto de Toluca” al doctor Juan Rodríguez, tomó la palabra el escribano Silviano García, 5° regidor, quién expresó:

“No debo guardar silencio al presenciar el acto de justicia de este I. Cuerpo Municipal declarando "Hijo predilecto de Toluca" doy mi más amplia y sincera felicitación, esperando que la aceptéis como precedente de la serena apreciación del Regidor, despojado de todo afecto que privadamente os tiene.

En siete años que he tenido la honra de pertenecer a esta H. Asamblea, he podido apreciar vuestras altas cualidades. El exquisito tacto y la ejemplar prudencia de que sois poseedor ha hecho que vuestros afanes correspondan a las elevadas ideas de progreso del Poder Ejecutivo. Con la escasez de fondos hacéis compatibles las particulares iniciativas y trabajos de los Regidores, y armonizáis los deseos del público con los deberes que os impone la administración Municipal.

Habéis reducido la deuda flotante a una cantidad relativamente pequeña y habéis emprendido y realizado obras de magnitud desusada. Conozco vuestra modestia y me esforzaría por llevaros al convencimiento de que, con la distinción que se os hace se cumple un acto de justicia y se da un tributo de gratitud a vuestros excepcionales méritos, que siendo palpables resisten a la más severa crítica- Aceptad la referida distinción, porque la merecéis; y conservadla como la herencia más preciada para vuestros hijos”.

Por su parte don Aurelio J. Venegas, 7° regidor, sumándose al homenaje, dijo: “Yo, también Sres., uno mi entusiasta felicitación á las de mis demás compañeros, porque en mi concepto, el Señor Rodríguez simboliza la actual época de desenvolvimiento material que ha impreso el H. Ayuntamiento á la población, como el Señor D. José Mª. González Arratia, caracteriza con toda propiedad el período impulsivo que experimentó la Ciudad de Toluca al construir los Portales, Teatro, Alameda y otras mejoras que fueron la base de la prosperidad de esta capital”.

En su turno don Juan Rodríguez manifestó: “Señores, no sé cómo corresponder a estas manifestaciones, ni dónde encontrar palabras para expresar a Uds. Mi profundo reconocimiento. La distinción de que he sido objeto es debida exclusivamente a la bondad de Uds. Recorro el periodo durante el cual he tenido la honra de presidir esta H. Corporación y nada encuentro que pueda ameritar la honra que se me ha dispensado; y no digo esto por efecto de una falsa modestia, sino porque así me lo dicta la conciencia; sin embargo, protesto á Uds.

De la manera más solemne, que esta inmerecida distinción hija nada más repito, de la bondad de Uds., obliga profundamente mi gratitud y jamás su recuerdo se borrará de mi corazón”.

Estas tres crónicas publicadas son el recuerdo de un toluqueño ejemplar

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