/ domingo 1 de diciembre de 2024

El tintero de las Musas | Sin miedo a Trump

De verdad, no sé por qué no me cae bien Trump. Si por ver y oír lo que dice en contra de todos los mexicanos, de los cuales --por supuesto-- yo seguiré siendo una, o de todas las agresiones en contra nuestra. No puedo dejar de pensar ni un segundo, qué hará con todos los que están allá honrando a su país, con gran esfuerzo.

He trabajado años en el Instituto Nacional de Migración, y más o menos le entiendo una pisca. Veo pasar a los transmigrantes, emigrantes y migrantes y me paralizan el alma. Cómo caminan, cómo se arriesgan la vida, subidos en el tren, con todo y sus familias, para lograr el “sueño americano”.

Y que no se pongan a pensar ni un segundo en ellos, en el por qué están saliendo de sus lugares de origen, es terrible. Los gobiernos de los países de donde vienen, no están entendiendo el problema, o no les interesa. Total, qué tanto es tantito si se van a otro lugar a dar menos lata.

Gobernar significa tomar decisiones que son producto de circunstancias particulares. No es la voluntad del gobernante, sino es decidir a través de la acción de instituciones. Es favorecer a grupos de interés y no a otros. No se puede complacer a todos al mismo tiempo. Hay demandas que se deben de atender inmediatamente, otras que se programan, y otras más, que no se atienden. Por supuesto, que no todo puede ser asunto de política pública, pues hay gastos que influyen en su determinación.

Hay que saber invertir los recursos de modo estratégico. La decisión a partir de diferentes opciones, en donde se toman en cuenta los escenarios. Así: movilizar recursos, con capacidad legal y legítima; tomar decisiones, haciéndolo en varias líneas; atender demandas en conflicto de distintas ramas de la sociedad: todo esto, es gobernar. Así pues, en la interrogación de problemas diarios, que se tienen que atender inmediatamente para la sociedad, es por lo que hay que crearlas. Atender y solucionar problemas es lo más importante del gobierno. Así que hay que crear políticas públicas para tratar de solucionar de la mejor manera, los problemas que aquejan a la sociedad.

Por otro lado, son importantes algunas cuestiones de las políticas: por ejemplo, inclusión significa democracia y da lugar a procesos muy complejos en su análisis y en su evaluación. Para ello, es necesario tener en cuenta muchos acuerdos para definir los índices de la evaluación. Las políticas públicas reflejan un conjunto de intereses entre los ciudadanos y el gobierno. A mayor participación del gobierno, es menor la de los ciudadanos. De aquí la importancia de los ciudadanos activos para legitimar la gobernabilidad.

Esto implica el modus operandi del gobierno. Es el modo en que opera un gobierno, e implica qué capacidades de ejecución tiene y cómo vencer la suma de restricciones que están en la política. Un gobierno tiene reestructuras formales y factuales. Cuál es el modo, en que va cumpliendo las metas de la política, la burocracia gubernamental. Cómo hacer compatible la visión actual de las políticas y cómo las políticas se van cumpliendo en el mundo de la política real. Cómo vincular decisiones y operadores de políticas. Hay quien decide, pero no es responsable de la operación. Las políticas pasan por un lado las inercias de las instituciones, por el peso de las rutinas; pero las políticas necesitan creatividad para sortear las inercias de las instituciones y las rutinas. La implementación necesita legitimidad, el proceso de implementación implica que tiene reconocimiento, que es aceptado en coordinación. Decide cuál es el tipo de cultura institucional donde se implementan las políticas.

¿Por qué la evaluación de las políticas implica reconocer su contexto pluralista y democrático? ¿Por qué su impacto es el aspecto más sobresaliente a considerar? ¿Por qué significa elección de valores y qué implica definir los criterios para evaluar las políticas? Evaluación implica valor. Es igual a creencias, perjuicios, sentimientos, etc. Existen elementos que nos permiten argumentar lo que se evalúa en las políticas, en las metas.

Para evaluar las políticas y reconocer su contexto pluralista y democrático y demostrar que su impacto es el aspecto más sobresaliente a considerar, lo que significa la elección de valores, y lo que implica definir criterios para evaluar esas políticas, tenemos qunada, que ver lo que llamaría Eugene Bardach la evaluación de los resentimientos ciudadanos. Dice el autor que la dificultad técnica de acotar un “problema” de tal forma que incluya al mismo tiempo sus mejores soluciones, conduce a la falacia de que el analista es dueño de los problemas con los que trata. En cambio, en su mayoría, la materia prima de los problemas de políticas se origina en los sentimientos de aflicción, descontento, molestia o infelicidad de alguna parte de la ciudadanía. Y esta materia prima, sigue siendo propiedad de los que la originan y viven, independientemente de la elaboración mental que realice el analista.

Por consiguiente, un paso a cumplir en el proceso de elaboración mental, debería ser la estimación de la extensión, intensidad y calidad de los sentimientos de la gente, sobre la condición o situación de vida que les afecta. El analista cree que la tasa local de criminalidad constituye un problema, su trabajo debería ser el de informarse adecuadamente sobre la tasa de criminalidad y sobre la intensidad del temor de las personas a ser víctimas de delincuentes. Una política solo tendrá una evaluación visible, cuando evaluemos su impacto. Por supuesto se tiene que evaluar su nivel de núcleo y su periferia. Por el núcleo, quiere decir por la base, como si fuera la raíz; por su periferia, sería por las ramas.

gildamh@hotmail.com

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