En México, más que nunca es indispensable consolidar diversos pilares fundamentales como la transparencia, acceso a la información pública y protección de datos personales en todos los rincones de nuestro país y fomentar la vinculación con la población; lamentablemente por las barreras geográficas, económicas o educativas, no todos los ciudadanos tienen el mismo nivel de acceso a la información o de cuidado de su privacidad.
A nivel mundial, estamos viviendo una de las transiciones más importantes en torno a la tecnología, por lo que es necesario adoptar buenas prácticas para fortalecer y empoderar a los ciudadanos, fomentando una cultura de transparencia, participación y respeto a la privacidad, en tal virtud, desde la Comisión de Protección de Datos Personales del Sistema Nacional, que me toca coordinar, nos ocupamos en mejorar nuestros mecanismos de vinculación con la sociedad y asegurar una mejor colaboración y alcance de las iniciativas de difusión y promoción de estos derechos.
En especial, las Rutas de Privacidad se han convertido en un mecanismo de difusión y un espacio de diálogo donde las comunidades comparten sus experiencias y estrategias para proteger los datos personales, lo que empodera a los ciudadanos y les da herramientas para prevenir conductas de riesgo y ejercer sus derechos.
Prevenir el uso indebido de la información personal, es un objetivo que tenemos los organismos garantes, así como jugar un papel proactivo en su promoción y protección; educar y capacitar es una tarea que requiere un esfuerzo continuo y concertado por parte de las instituciones públicas, la sociedad civil, academia y medios de comunicación para asegurar que todas y todos disfrutemos plenamente nuestros derechos.
Sin embargo, también nos toca aplicar y exigir el cumplimiento de la ley, particularmente en el caso de la protección de datos personales, por eso es tan importante contar con una autoridad especializada, independiente, capaz y con toda la fuerza para realizar investigaciones, proteger los derechos e incluso sancionar, si eso es necesario, para tutelar adecuadamente la esfera más íntima de las personas.
Debido a lo anterior, es necesario que con las modificaciones que se pretenden a la Constitución se mantenga la cohesión de su regulación y la integridad de la autoridad para regular los dos ámbitos, particularmente en el sector público, así, los datos personales de la población estarán debidamente protegidos en los tratamientos por parte de cualquier ente público en los tres órdenes de gobierno.
Finalmente, será necesario buscar la unificación en una sola ley de la regulación y tutela del derecho de protección de datos y; entre otros temas, lograr que haya una autoridad fuerte que prevenga y sancione a los particulares y funcionarios que no respetan los principios y deberes de protección de los datos personales.