Al momento de escribir estas líneas ha terminado la jornada electoral del 2 de junio y aunque en la mayoría de las localidades se reporta una elección en paz y tranquilidad, los famosos “casos aislados” no pueden considerarse menores, sobre todo cuando se registró la muerte de dos personas en el municipio de Jiquipilco, algo que no ocurría durante una jornada electoral en la entidad desde hace muchos años.
Para esta ocasión, dados los tiempos, me será imposible comentar los resultados de la elección pero sí es posible hablar un poco de la jornada electoral que ha dejado un nivel de votación, al menos en lo que se pudo ver en la mayoría de las casillas, bastante importante; quizás lo suficiente para superar el 65 por ciento de participación, una situación que habla del interés que generó este proceso.
Uno de los factores que vale la pena destacar es que se registró un fenómeno muy particular en las encuestas de salida y es que seis de cada diez personas a las que se les preguntó si deseaban participar de estos ejercicios respondían que no; eso habla de un importante nivel de desconfianza por parte de los ciudadanos respecto a las encuestadoras.
A lo largo de las campañas, e incluso mucho antes, las encuestadoras jugaron un papel bastante complejo el proceso; algunas fueron utilizadas para tratar de modificar la percepción sobre el comportamiento electoral de los ciudadanos a partir de presentar resultados que marcaban tendencias a favor de uno u otro candidato que hacían imposible tener una idea clara de cómo se iba modificando el panorama.
En los propios equipos de trabajo se hablaba de encuestas “reales” para compararlas con aquellas que se estaban utilizando para construir una falsa percepción de la situación coyol parte de las estrategias. No solo eso; algunas de estas encuestadoras no contaban con un respaldo respecto a experiencia o preparación, no tenían páginas de Internet dónde verificar trabajos que hayan realizado en otro momentos o de plano si estaban vinculadas realmente a encuestadoras o se trataba de fachadas para justificar estos informes falsos.
La ciudadanía se mostraba incrédula de la situación y por lo tanto se negó a participar de las encuestas de salida; esta situación puede hacer que estos ejercicios no sean tan eficientes al momento de compararse con el resultado final de la elección, el riesgo será si los candidatos comienzan a darlos por fiables con tan bajo nivel de participación en el ejercicio.
Si bien las encuestas fueron un factor que se utilizó como herramienta de construcción de percepción más que como un elemento para tener una guía sobre el avance del resultado; en este proceso electoral también se registró una violencia inusual durante las campañas. La presunta intervención de los grupos delincuenciales y el poco ético uso de esta situación por equipos de campaña que intentaron utilizarlo como recurso contra sus rivales generaron un ambiente de tensión previo a la jornada electoral.
Es imposible afirmar si las amenazas de las que fueron víctimas los candidatos a lo largo y ancho del territorio estatal correspondieron a intervenciones de la delincuencia organizada o si se vinculaban con algún grupo opositor que simulaba ser un grupo criminal pero sin lugar a dudas fueron determinantes en alguno sitios como en Santo Tomás, donde la candidata de Morena decidió informar al IEEM que no participaría más de la elección después del secuestro de su suegro y de haber recibido amenazas.
Precisamente la mañana de este 2 de junio, en Tecámac, una manta supuestamente firmada por un grupo delincuencial, amaneció colgada frente a la casilla 4201 en Reyes Acozac en la que se señalaba que si se encontraba a alguna persona comprando votos habría represalias hacia su familia, por lo que el representante del PRI solicitó que se registrara la incidencia por los funcionarios de dicha casilla.
En Cuautitlán Izcalli, en la sección 0761 ubicada en la secundaria Wenceslao Labra, se registró el incendio de la casilla generando que los propios ciudadanos detuvieran al agresor y lo lincharan dado que las autoridades de seguridad tardaron en llegar al lugar mientras que en el municipio vecino de Cuautitlán, la alcaldesa por ministerio de ley, Carolina Pacheco, emitió un comunicado en video en el que informaba sobre la presencia de la detención de personas ajenas al municipio con intenciones de generar violencia en la jornada electoral y denunciaba la falta de apoyo por parte de las autoridades estatales.
El caso más grave se registró en Jiquipilco en donde, como se observa en un video que circuló en redes sociales, comenzó un enfrentamiento a golpes entre dos grupos diferentes cuando se escuchan disparos y se observa a una persona caer en vilo sobre la calle; todo ello justo al costado de una patrulla de la policía estatal que no logra reaccionar a tiempo para evitar la muerte de dos personas en esta comunidad, la lideresa de Movimiento Ciudadano, Ruth Salinas, asegura que se trata de personas relacionada con el candidato priísta de la
Por su parte, la secretaría general de Gobierno emitió un comunicado en el que se informaba que para el titular de la dependencia responsable de la gobernabilidad en la entidad el proceso electoral mexiquense transcurría “en orden y paz, registrándose hechos aislado que no ponen en riesgo la jornada electoral ni a la ciudadanía”. Estoy seguro que hay al menos dos familias en Jiquipilco que no concuerdan con esta visión.
Pese a todo, en términos estrictamente electorales, la jornada de este 2 de junio resultó favorable para los ciudadanos, primero en términos de participación, se observó mucho interés por parte de la ciudadanía para acudir a votar, las casillas restaron filas importantes a lo largo de todo el día y esto habla de un gran interés por ser parte de la toma de decisiones políticas.
En términos generales la organización de la elección se puede calificar de manera positiva a pesar de los recortes presupuestales y de las situaciones que se conocieron; el material estuvo donde debía estar y no se registraron mayores reportes relacionados con este tema lo que habla de un extraordinario trabajo del Instituto que, ahora, deberá brindar la certeza de que los resultados son confiables sin importar lo amplio o reducido de las diferencia.
Esta ha sido una jornada electoral digna de análisis y estudio, la participación ha sido copiosa e importante y, más allá de los resultados, ha generado una expectativa muy grande entre la población que se manifestó muy interesada en participar; algo que debe mantenerse y reproducirse en procesos futuros.