Uno de los grandes problemas del gobierno federal, es que sus instrucciones se acatan no solo sin chistar, también sin investigar y sin escuchar, de tal forma que, cuando la realidad los alcanza, sus subordinados solo pueden optar por el silencio y la opacidad.
Es el caso del rediseño del espacio aéreo en la zona metropolitana más poblada del país, el Valle de México (ZMVM), que ha sido impugnado por el Colectivo Más Seguridad Menos Ruido, conformado por más de 150 colonias y comités vecinales de esta zona, debido a los riesgos de seguridad, de su patrimonio y daños a la salud, ocasionados por tal decisión.
La primera fase del cambio de rutas aéreas, entró en operación el pasado 25 de marzo y trajo consigo mayor tiempo de vuelo sobre la ZMVM, respecto de los procedimientos utilizados durante tres décadas anteriores, lo cual genera riesgos para la población, altos costos para las aerolíneas, para los pasajeros y mayor daño ambiental.
La alarma de los vecinos afectados radica además en la orografía de la zona, pues imponer una ruta cerca de la zona serrana del poniente del Valle de México, limita el espacio requerido por las aeronaves para encaminarlas hacia la zona de aterrizaje; resulta en un diseño inflexible para los controladores de tráfico aéreo, al no haber margen para alguna desviación, y todo ello redunda en inseguridad e ineficiencia.
En lo que corresponde a las emisiones de ruido, el “Estudio de la inmisión acústica del ruido en tierra, producido por el sobrevuelo de aeronaves”, que mandó realizar el colectivo vecinal, determinó que las mediciones exceden el valor recomendado de decibeles de ruido, decretados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la OMS, intensidades de ruido a partir de los 85 decibeles, vulneran el sistema nervioso de las personas, provocando estrés, fatiga, ira, así como afectaciones en el oído que pueden llegar a la sordera.
En respuesta a la exigencia planteada por Más Seguridad, Menos Ruido, un grupo plural de diputadas y diputados, del PRI, PAN, PRD y MC, presentamos el pasado 13 de diciembre un exhorto para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Agencia Federal de Aviación Civil, hagan públicos los estudios que garantizan la seguridad de las nuevas rutas, llegadas y salidas consideradas en el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México; el impacto ambiental que detalle los efectos de la contaminación acústica y los efectos en la salud respecto del ruido, así como las medidas llevadas a cabo para mitigar la contaminación acústica.
Asimismo, propusimos que ambas instancias, en conjunto con la Agencia de Servicios para la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, presenten un informe sobre el plan de rediseño del espacio aéreo en el Valle de México que contenga las opciones de rutas aéreas consideradas y su viabilidad, e instalen mesas de trabajo con especialistas, asociaciones de la sociedad civil y vecinos de las colonias de la Ciudad de México y del Estado de México afectadas, con la finalidad de construir un espacio de diálogo institucional que permita atender las quejas y afectaciones ciudadanas, así como prevenir futuros accidentes derivados de las problemáticas denunciadas.
Callar y cerrar los ojos a la realidad para imponer una decisión, puede tener graves consecuencias. El gobierno federal tiene en sus manos la oportunidad de apostar por el diálogo, la prevención y, en su caso, la rectificación. De lo contrario, podrá ocultar información, pero no las consecuencias.
*Diputada federal reelecta por el Distrito 27 del Estado de México.
@AnaLiliaHerrera.