Para México, la aparición, desarrollo y crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas es una de las fortalezas económicas que el país tiene. Sin embargo, pese a la importancia que estas tienen, en los últimos años se han ido reduciendo los apoyos que se les brinda para consolidar estas unidades productivas.
En este sentido, dentro del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) se tiene contemplada una partida de 76 millones 458 mil 208 de pesos para 2025 dentro del ramo “micro, pequeñas y medianas empresas productivas y competitivas” de la Secretaría de Economía. Esta cifra representa un 6 por ciento menos en comparación a los 81 millones 407,157 que se asignaron para 2024.
Al respecto, la Secretaría de Economía ha señalado que, si bien se registrará un recorte el presupuesto para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) durante 2025, se promoverá el desarrollo de los pequeños negocios para que se puedan sumar a las cadenas valor o nearshoring, así como a mercados globales y se fomente la automatización de trámites, con lo que será más fácil abrir una empresa en el país.
Ante este posicionamiento por parte de las autoridades, como sociedad debemos comprender la importancia que este sector tiene en el motor económico del país, ya que, si bien de manera individual parecieran no ser trascendentales, el porcentaje que de manera colectiva suman dan muestra de su gran peso en todos los sectores.
Retomando cifras del Censo Económico 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mipymes representan al 94.9 por ciento de todos los establecimientos en el país. Además, en conjunto con las pequeñas y medianas empresas representan 99.8 por ciento del total de las unidades económicas.
A partir de esta enorme representación, se entiende su puntual participación como generadores de espacios de trabajo a lo largo y ancho de todo el país. Hoy las mipymes pueden ser consideradas como una sólida fuente para la creación de empleos, ya que generan 8 de cada 10 empleos no agropecuarios en el país.
Pese a lo alarmante que pudiera resultar la nueva política económica de las autoridades federales, como sociedad e integrantes de los sectores productivos debemos comprender la importancia que tendrá hacia el futuro de las nuevas unidades económicas la simplificación de trámites para emprender un negocio y mantenerlos dentro de la legalidad.
Como integrante de una sociedad democrática, siempre he de impulsar aquellas políticas públicas que consideren normativas para la operación de los negocios. Por lo que la tarea a futuro será que las autoridades federales, estatales y municipales logren transmitir de la mejor forma posible este mensaje, de lo contrario no se tendrán los efectos positivos esperados, o bien, estos serán limitados.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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