Para cualquier nación contar con una buena cantidad de personas saludables y aptas para el trabajo, es un factor determinante para generar bienestar y desarrollo económico dentro de sus fronteras, por lo que fomentar servicios de salud y educativos de calidad es una tarea que las autoridades de todos los niveles deben promover.
Ahora bien, visto desde otro ángulo, uno de las problemáticas más importantes a las que se puede enfrentar un país es que las y los jóvenes, la principal fuerza económica, se encuentren en una situación de inactividad profesional o educativa en razón de múltiples factores. Más aún, debemos entender que la fuerza de trabajo, así como la población económicamente activa, es el número total de personas que se encuentran en una etapa de vida laboral o productiva.
Dentro de los muy valiosos datos que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recaba constantemente y de la cual genera información trascendental, podemos ubicar los grupos de edad que componen la pirámide poblacional del país. Y para este espacio nos habremos de enfocar particularmente en quienes tienen entre 15 y 29 años de edad, quienes en conjunto suman 31 millones 221 mil 786 mexicanas y mexicanos, que representan casi una cuarta parte de la población (24.7 por ciento). Pero ¿qué valor tiene este grupo de edad?.
Pues en este rango de edad podemos ubicar a aquellas personas conocidas como “ninis” (personas de entre 15 y 29 años de edad que ni estudian ni trabajan) y que resultan ser un tema central de trabajo para diversas agencias, así como para autoridades debido a la atención que requieren y los beneficios que puede significar su inclusión en la vida productiva del país.
De acuerdo al Banco Mundial, existen 260 millones de ninis en todo el mundo, con porcentajes especialmente altos en las regiones de Oriente Medio y el Norte de África y Asia meridional, así como en América Latina y el Caribe.
En lo que respecta a México, se han obtenido avances en la materia, ya que dentro del informe “Panorama sobre Educación 2024”, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), se observaron avances en ciertos aspectos educativos. Entre 2016 y 2023 este grupo de jóvenes se ha reducido 10 puntos porcentuales gracias al vínculo que se ha podido establecer entre la escuela y el trabajo.
Mientras naciones latinoamericanas como Colombia, Costa Rica y Perú han visto incrementar el número de ninis en sus territorios, Brasil y México han alcanzado éxitos loables con este grupo de población que poco a poco se han integrado a la vida productiva gracias a las recomendaciones que la OCDE genera para elevar la calidad de vida y la generación de riqueza para el bienestar social.
Con base en estos resultados, es necesario que para el sexenio que está por iniciar en la administración federal se mantengan e incrementen los programas que atienden a este grupo poblacional. Trabajar de la mano con las y los jóvenes es favorecer su crecimiento personal, así como profesional; desarrollar su potencial es una apuesta segura para el bienestar y el futuro del país.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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