Que un país resulte atractivo para la llegada de inversiones extranjeras, y por lo tanto de recursos, depende de diversas variables, que, en buena medida, son reflejo de las acciones que las autoridades realizan para garantizar el éxito de este flujo de dinero que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de las personas que habitan una nación.
En la actualidad, una de las referencias más importante que tienen los especialistas para calificar y con ello decretar las facilidades o dificultades que brinda una nación para invertir en él, es el grado de inversión.
El grado de inversión es una clasificación que se otorga a un país o a una compañía, que indica que tiene un bajo riesgo de impago; esta calificación es otorgada por agencias calificadoras de riesgo crediticio, como Fitch Ratings, Standard & Poor's y Moody's. En el caso de los países, el grado de inversión indica la probabilidad de que cumplan con pagar su deuda; los valores con una calificación de grado de inversión son considerados una oportunidad de inversión, mientras que los de menor calificación se consideran más especulativos.
De acuerdo con la calificadora Standard & Poor's, una calificación crediticia es una opinión educada sobre la probabilidad de que un emisor, en este caso una nación, cumpla con sus obligaciones financieras en tiempo y forma
Para las naciones resulta trascendental obtener buenas calificaciones crediticias debido a que requiere de hacerse de recursos desde el exterior, ya que, de sólo trabajar con sus propios ingresos, generaría un déficit. Que se traduce en una situación dónde la diferencia entre los ingresos y los gastos es negativa, es decir, los gastos son superiores a los ingresos.
A partir de esto, la próxima presidenta Claudia Sheinbaum junto con las y los titulares de las secretarías, próximas a iniciar su gestión durante el periodo 2024-2030, así como los legisladores federales tendrán en sus manos la enorme responsabilidad de construir un presupuesto eficiente y con ello, convencer a las calificadoras de que somos un país donde se cuenta con bases sólidas para construir buenos negocios y no seamos vistos como un riesgo para los inversionistas.
De acuerdo con la organización México ¿cómo vamos? para 2023 el Producto Interno Bruto nacional creció 3.2 por ciento respecto a 2022 y cerró el 4to trimestre de 2023 con un incremento de 0.1 por ciento trimestral. Con este crecimiento, se alcanzó un nuevo máximo histórico en la serie. Sin embargo, el PIB per cápita se encuentra en niveles similares a los de 2017.
Hoy, ciudadanía y autoridades debemos poner atención en el valor que el dinero supone para los intereses del país, no sólo por lo que representa en cuanto a los valores de la deuda interna y externa ya existente, sino para todos el país y las necesidades de inversión del sector empresarial. Entre más barato el dinero, más inversión, con más inversión más empleos y más bienestar social.
¡Tremenda responsabilidad tiene en puerta la Doctora Claudia Sheinbaum!
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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