Contar con un estado de salud íntegro y óptimo resulta fundamental para poder desarrollar plenamente nuestras actividades día con día, sean personales, o bien, de carácter profesional; contar con salud física y mental nos convierte en personas productivas y en armonía con nuestro entorno.
Es tal la importancia de este tema que, el derecho a la salud fue establecido primeramente por la Constitución de la Organización Mundial de la Salud en 1946 al señalar que “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano…”; y dentro de su introducción se define a la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Mientras que la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, menciona a la salud como parte del derecho a un nivel de vida adecuado.
Hoy día, sin embargo, pese a la relevancia que se le otorga al cuidado integral de nuestro cuerpo, en nuestro país se mantienen ciertas deficiencias en este tema; sobre todo, en lo que se relaciona al cuidado de la salud mental.
De acuerdo a estadísticas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA), de 2018 a 2024, la cifra de personas con algún tipo de enfermedad mental pasó de 15 millones a 24 millones, lo que se traduce en un incremento de 60 por ciento el número de mexicanos con problemas de salud mental; siendo el dato más alarmante el que señala que, sólo una de cada tres personas busca algún tipo de atención médica en este sentido.
De acuerdo a CONASAMA, los diagnósticos más recurrentes relacionados a enfermedades mentales son los que van desde malestares recurrentes como el estrés, la ansiedad y la depresión, hasta casos más graves como esquizofrenia o bipolaridad.
Haciendo énfasis en que, ante la falta de recursos para poder atenderse en hospitales privados, las personas deberán acudir a hospitales públicos del sector salud para recibir atención médica acorde a sus padecimientos. En promedio, cada año son atendidas apenas unas 191 mil personas en los hospitales psiquiátricos del sector salud a nivel nacional, lo que significa que ni siquiera se cubre al 1 por ciento de la población afectada.
Resulta alarmante que en México la atención de la salud mental se encuentre totalmente abandonada al destinar únicamente 2.8 puntos porcentuales del PIB, cuando lo ideal sería un 6 por ciento. Por lo que resulta trascendental que todos los sectores de la sociedad nos sumemos para dar atención a las problemáticas que este tema representa.
El bienestar físico y la salud mental deben ser uno de los ejes principales sobre los que se cimienten las políticas públicas, contar con hombres y mujeres sanos potencializa de manera importante las capacidades de cualquier nación.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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