Los estamos vigilando
Por Paulina Lemus
El pasado lunes decenas de trabajadores de la salud estatal salieron a las calles a protestar y a disculparse con la población por no atenderla de la manera correcta debido a la falta de medicamentos y material hospitalario en los centros de salud públicos, lo que demostró una vez más que la realidad supera cualquier spot o propaganda gubernamental que simule un buen gobierno que atienda, entre muchas cosas, las necesidades sociales como la calidad en los servicios de salud, educación o derechos laborales.
No es la primera vez que salen a las calles los médicos, enfermeras y paramédicos, así como tampoco será la última de seguir así las situaciones entre el gobierno, sus responsabilidades y su falta de compromiso y eficacia. Espero que también sigan saliendo a demostrar el mal gobierno los estudiantes, transportistas, padres de familia, grupos de la comunidad LGBTTTI, mujeres, periodistas, por mencionar los principales actores, pues lo que necesitamos es información certera y acciones inmediatas.
De acuerdo con intelectuales de talla internacional, como Giovanni Sartori o Jürgen Habermas, la vigilancia de la población hacia el gobierno y la evidencia de la pésima administración pública por parte de la sociedad civil es una característica de las democracias sanas pero también una pieza clave para la creación de bienestar general y el combate a la corrupción. Por eso el que se manifiesten públicamente personas con un determinado rol social es sinónimo de un hartazgo capaz de transformar nuestra situación actual.
Cabe destacar que en países de primer mundo, como en Finlandia, el uso indebido de recursos de la nación así como tráfico de influencias para colocar a amigos o compañeros en las direcciones de las secretarías es motivo de vergüenza pública y una falta al verdadero servicio público. Debemos aspirar llegar ahí y no volverse contra el prójimo porque hay tráfico.
Por ello si eres un ciudadano consciente de tu papel dentro de este país, debes apoyar estas valientes acciones y demostrar un poco de empatía: estos trabajadores están haciendo lo que les corresponde. Ellos, nosotros, todos, seremos los que hagamos la verdadera “cuarta transformación”, pues sólo exigiendo al gobierno rendición de cuentas sobre nuestros recursos públicos y pidiendo inclusión de nuestras demandas, será la manera de cambiar las malas prácticas administrativas que se vienen dando desde hace años en este país.
Como millennial he de reconocer que la apatía y el desgane frente a lo que parece no cambiar pueden ganar en ciertas ocasiones, pero no podemos esperar que con una marcha se les haga caso a los servidores que cuidan de nuestra salud, sino que la crítica activa en redes y la práctica diaria son los verdaderos motores de lucha y cambio que tanto deseamos.