Esta elección, sin duda alguna, marca un parteaguas en la historia del Estado de México porque hoy es real que una mujer arribará al gobierno como dirigente de Estado y no solo como parte del gabinete, algo impensable en décadas anteriores.
La alternancia política en nuestro país se ha vuelto cada vez más común en todas las entidades y en todos los niveles de gobierno, en el caso del Estado de México el pasado domingo 4 de junio la ciudadanía marcó el rumbo de la entidad para los próximos 6 años al decidir quién estará al frente del poder ejecutivo.
Después de 9 décadas donde el poder ejecutivo solo fue ocupado por hombres, con un porcentaje del 48.89% de participación ciudadana, la entidad mexiquense será gobernada por una mujer que enfrenta desde ahora la nada sencilla tarea de dar solución a los problemas que aquejan a la ciudadanía, entre los que destacan: los feminicidios, la justicia pronta y expedita que exigen mujeres y hombres que no solo no cuentan con sentencias sino que en su cotidianeidad son vulnerados y vulneradas sin denunciar en muchas ocasiones por la ineficacia que existe en la impartición de justicia quedando impunes miles de faltas y delitos de todo orden.
Está también la generación de empleos, la atención a las personas que viven en pobreza y pobreza extrema, así como la atención a grupos históricamente vulnerados como son las comunidades indígenas, la comunidad de la diversidad sexual, las personas con alguna discapacidad, los afromexiquenses y la comunidad que tuvo que migrar al extranjero por falta de condiciones para quedarse a vivir en sus municipios, sin dejar de mencionar los temas del crimen organizado que también están presentes.
Hay una gran expectativa en la integración del gabinete, si se da cumplimiento a lo expresado en campaña se podrá ver una reestructuración institucional y sistémica con un gabinete representativo de todo el Estado de México, en el que se deje a un lado el patrimonialismo geográfico que dé paso a la representatividad de la multiplicidad de creencias, de preferencias y de causas.
El lunes 5 de junio los diarios nacionales y locales dieron cuenta del momento histórico, el conteo rápido cumplió su finalidad y despresurizó la efervescencia política, a la par el Instituto Electoral del Estado de México continuará con el desarrollo de los cómputos distritales, así lo marca la ley.
Mientras ello sucede los partidos políticos y actores ya se encuentran inmersos en la dinámica del proceso electoral federal 2024 y por supuesto del local en tierra mexiquense, donde 125 ayuntamientos serán renovados y la totalidad del Congreso local; sería acertado se analizara el porcentaje de abstencionismo, que hay que decir no es exclusivo de este proceso electoral donde se renovó la Gubernatura.