El pasado sábado 8 de julio fue uno más de los momentos históricos que han comenzado a verse hechos realidad en la entidad mexiquense.
El Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) realizó el cómputo final de la elección, declaró su validez y con ello lo más importante hizo entrega a la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez de su constancia de mayoría y validez de la elección.
Es histórico 1) que sea una mujer quien encabezará el poder ejecutivo del EdoMex y 2) que por primera vez exista alternancia política en una entidad donde el sistema patriarcal tiene fuertes raíces desde 1942, año en el que llegó como gobernador sustituto Isidro Fabela, destacado diplomático quien además de cumplir con su función, formó un grupo que desde entonces dominó la política local y más de una vez la nacional.
De acuerdo con la conseja académica la existencia de ese grupo se ha mantenido por su cohesión, su creencia de dinastía hereditaria y la reproducción de una élite competente y experimentada en el servicio público que convirtió en principio político la lealtad a líderes y a instituciones.[i]
81 años después, 2023 es el año en el que la transición política existe en el poder ejecutivo mexiquense; es un año en donde las mujeres somos protagonistas en la vida política, ejemplo de ello es que de la lista nominal de casi 12.8 millones el 52% somos mujeres y el órgano encargado de organizar los comicios se conforma por un total de 7 personas, de las cuales 6 somos mujeres.
¿Cuál es la expectativa de la ciudadanía? La expectativa parece ser muy alta ante el cúmulo enorme de demandas sociales que la ciudadanía no vio satisfechas, lo cual reflejó a través de su voto en las elecciones, donde tienen el poder de premiar o castigar a través de su derecho político, la continuidad de un gobierno o el cambio de rumbo en la política pública.
Ante este viraje la gobernabilidad y la gobernanza serán necesarios e indispensables para la Gobernadora. Es evidente que la ciudadanía exige un cambio en las políticas públicas y que ello amerita la reconfiguración del régimen político actual en la entidad y con él la reconfiguración del poder en toda su extensión.
La gobernanza en donde el gobierno considera a la sociedad para definir valores, prioridades, agenda, futuro y rumbo de la mano de la gobernabilidad que implica disminuir las demandas sociales e incrementar la capacidad gubernamental, dependerán en gran medida de esa nueva reconfiguración que debe llegar también a las instituciones, incluidas las que gozan en el papel de autonomía.
Los resultados en el próximo proceso electoral donde se renovarán los 125 Ayuntamientos y 75 escaños del congreso local, son de gran relevancia para llevar a buen puerto la agenda pública y política, ahí están la gobernanza y la gobernabilidad.
[i] Hernández Rodríguez, Rogelio. “Amistades, compromisos y lealtades: líderes y grupos políticos en el Estado de México, 1942-1993” Editorial. El Colegio de México. 344 páginas. 1998