/ sábado 26 de enero de 2019

Política en Blanco y Negro


La tentación del poder

Los estudiosos de la ciencia política y la sociología definen en palabras sencillas, que “el poder es la posibilidad de imponer la voluntad de uno a otras persona” y para que éste sea Poder Público debe emanar de una Norma Suprema (Constitución), donde se establecen atribuciones del mismo.

Nuestro país tiene un Gobierno republicano, democrático, federal y popular, que se divide en Poder ejecutivo (Presidente), Legislativo y Poder Judicial, hace menos de 30 años se crearon los organismos constitucionalmente autónomos como INE, BANCO DE MÉXICO, INEGI, entre otros.

El art. 41 de la Constitución Federal establece que el acceso a los cargos de representación popular, Presidente, Gobernador, legisladores, ediles municipales, se hará a través del sistema de partidos políticos y hasta hace algunos años también por la vía de Candidaturas Independientes. Asimismo, la legislación electoral prevé la figura de la Agrupación Política Nacional (APN), todos ellos, reciben prerrogativas del INE es decir presupuesto para sus actividades.

Esto ha hecho que a través de los casi 30 años que tiene el hoy INE, hayan surgido como “cometas” tantos Partidos Políticos nacionales y locales que han desaparecido, manteniéndose como eje central del sistema el PAN, PRI, PRD y ahora Morena, este último inició como una APN y después despegó como Partido político, con el liderazgo del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.

La ley electoral nacional establece una serie de requisitos para lograr el registro de un partido político nacional, en los que destaca: realizar asambleas estatales o distritales, deben presentar una lista de afiliados de 0.26% del Padrón electoral, es decir 233, 945 personas, entre otros muchos elementos.

Han levantado la mano ante el INE hasta el momento 30 organizaciones que pretenden lograr su registro que será dado a conocer en enero del 2020; entre ellos “México Libre” del matrimonio de Margarita Zavala y Felipe Calderón; asimismo Elba Esther Gordillo, con su nieto Rene Fujiwara y su yerno Fernando González, con las “Redes Sociales Progresistas” y otro más que inicia su Agrupación es César Augusto Santiago Ramírez e Isidro Pastor Medrano, con “Alternativa”.

Afortunadamente nuestro país vive una gran apertura democrática, que cuenta con reglas claras, pero el común denominador de los personajes anteriores es que provienen de un partido político nacional que esta vigente como el PAN o el PRI, o en el caso de los familiares de Gordillo, de Nueva Alianza que perdió el registro en el 2018 a nivel nacional.

Me parece que el gran reto de estos proyectos es nos ser más de lo mismo y generar opciones atractivas y sobre todo congruentes en sus estatutos, programas de acción y plataformas, porque después resulta que firman convenios de coalición y terminan siendo absorbidos por el partido grande y se convierten en simples comparsas.

Espero que surjan opciones electorales honestas, viables y serias con su electorado, que no se limiten a la vanidad del poder por el poder, sino el poder al servicio de la gente.


La tentación del poder

Los estudiosos de la ciencia política y la sociología definen en palabras sencillas, que “el poder es la posibilidad de imponer la voluntad de uno a otras persona” y para que éste sea Poder Público debe emanar de una Norma Suprema (Constitución), donde se establecen atribuciones del mismo.

Nuestro país tiene un Gobierno republicano, democrático, federal y popular, que se divide en Poder ejecutivo (Presidente), Legislativo y Poder Judicial, hace menos de 30 años se crearon los organismos constitucionalmente autónomos como INE, BANCO DE MÉXICO, INEGI, entre otros.

El art. 41 de la Constitución Federal establece que el acceso a los cargos de representación popular, Presidente, Gobernador, legisladores, ediles municipales, se hará a través del sistema de partidos políticos y hasta hace algunos años también por la vía de Candidaturas Independientes. Asimismo, la legislación electoral prevé la figura de la Agrupación Política Nacional (APN), todos ellos, reciben prerrogativas del INE es decir presupuesto para sus actividades.

Esto ha hecho que a través de los casi 30 años que tiene el hoy INE, hayan surgido como “cometas” tantos Partidos Políticos nacionales y locales que han desaparecido, manteniéndose como eje central del sistema el PAN, PRI, PRD y ahora Morena, este último inició como una APN y después despegó como Partido político, con el liderazgo del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.

La ley electoral nacional establece una serie de requisitos para lograr el registro de un partido político nacional, en los que destaca: realizar asambleas estatales o distritales, deben presentar una lista de afiliados de 0.26% del Padrón electoral, es decir 233, 945 personas, entre otros muchos elementos.

Han levantado la mano ante el INE hasta el momento 30 organizaciones que pretenden lograr su registro que será dado a conocer en enero del 2020; entre ellos “México Libre” del matrimonio de Margarita Zavala y Felipe Calderón; asimismo Elba Esther Gordillo, con su nieto Rene Fujiwara y su yerno Fernando González, con las “Redes Sociales Progresistas” y otro más que inicia su Agrupación es César Augusto Santiago Ramírez e Isidro Pastor Medrano, con “Alternativa”.

Afortunadamente nuestro país vive una gran apertura democrática, que cuenta con reglas claras, pero el común denominador de los personajes anteriores es que provienen de un partido político nacional que esta vigente como el PAN o el PRI, o en el caso de los familiares de Gordillo, de Nueva Alianza que perdió el registro en el 2018 a nivel nacional.

Me parece que el gran reto de estos proyectos es nos ser más de lo mismo y generar opciones atractivas y sobre todo congruentes en sus estatutos, programas de acción y plataformas, porque después resulta que firman convenios de coalición y terminan siendo absorbidos por el partido grande y se convierten en simples comparsas.

Espero que surjan opciones electorales honestas, viables y serias con su electorado, que no se limiten a la vanidad del poder por el poder, sino el poder al servicio de la gente.