/ sábado 3 de septiembre de 2022

Política en Blanco y Negro La economía del turismo (parte 2)

Como mencioné en la pasada colaboración, el turismo es la industria más grande del mundo, superior a la del automóvil, el acero, productos electrónicos y la agricultura. Representa una actividad primordial en la estrategia económica de la gran mayoría de los países. México es un país reconocido por el alto potencial y riqueza de recursos naturales y culturales, la imagen de ser un país megadiverso a nivel mundial ha generado amplias expectativas en torno al turismo.


Por detrás de algunos países europeos, México, en los últimos años, la aportación al PIB del sector turístico, ha sido superior al 8%.


Actualmente, nuestro país está contando una historia de éxito en recuperación del sector, durante el primer semestre del año se rompe récord en divisas turísticas, las cuales captan 13,808 mdd, lo que representa 5.7% más frente a igual periodo del 2019 y 76.7% más que en el 2021, de acuerdo con datos del Instituto Nacional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este hecho demuestra la potencialidad que tiene la nación a nivel internacional y que sigue favoreciendo de aspectos coyunturales como la guerra en Ucrania, pero la reapertura gradual de los destinos europeos y la inseguridad incesante son los desafíos inmediatos para mantener el impulso turístico, ya que en cualquier momento se puede generar una crisis y hay que atenderla.

Sin embargo, en llegadas de turistas internacionales (turistas de internación y turistas fronterizos) entre enero y junio sumaron 17 millones 992,300, cifra que aún está 18.4% por debajo del 2019 (previo a la pandemia), pero fue 29.5% superior a la del año pasado, de los cuales el 65% llegaron de Estados Unidos en busca de destinos de playa.

Lo anterior tiene como sustento que no se cerraron las fronteras aéreas y que los viajeros de Estados Unidos tenían muchas alternativas para ir a vacacionar luego del confinamiento, generando una alta dependencia en el viajero del país vecino del norte.

El país se debe adaptar a los nuevos tiempos y a las nuevas herramientas de promoción, y con ello se cumplirá con el reto de reposicionar a México como una potencia de la industria, en la en la captación de divisas, el gasto y el beneficio a la población en las plazas con vocación turística y en las oportunidades que puedan ofrecer para atraer a los turistas nacionales e internacionales, logrando hacer del turismo una auténtica herramienta de reconciliación social.



México ha sido, es y seguirá siendo la gran potencia de América Latina y ahora en el ámbito internacional. Si bien existen aún retos a enfrentar en materia turística, el potenciar y reforzar estos motores de crecimiento económico, los cuales vuelven a funcionar con normalidad en tanto en cuanto se entre en competitividad como una buena apuesta para retomar una recuperación, en estos momentos, más que necesaria.

Como mencioné en la pasada colaboración, el turismo es la industria más grande del mundo, superior a la del automóvil, el acero, productos electrónicos y la agricultura. Representa una actividad primordial en la estrategia económica de la gran mayoría de los países. México es un país reconocido por el alto potencial y riqueza de recursos naturales y culturales, la imagen de ser un país megadiverso a nivel mundial ha generado amplias expectativas en torno al turismo.


Por detrás de algunos países europeos, México, en los últimos años, la aportación al PIB del sector turístico, ha sido superior al 8%.


Actualmente, nuestro país está contando una historia de éxito en recuperación del sector, durante el primer semestre del año se rompe récord en divisas turísticas, las cuales captan 13,808 mdd, lo que representa 5.7% más frente a igual periodo del 2019 y 76.7% más que en el 2021, de acuerdo con datos del Instituto Nacional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este hecho demuestra la potencialidad que tiene la nación a nivel internacional y que sigue favoreciendo de aspectos coyunturales como la guerra en Ucrania, pero la reapertura gradual de los destinos europeos y la inseguridad incesante son los desafíos inmediatos para mantener el impulso turístico, ya que en cualquier momento se puede generar una crisis y hay que atenderla.

Sin embargo, en llegadas de turistas internacionales (turistas de internación y turistas fronterizos) entre enero y junio sumaron 17 millones 992,300, cifra que aún está 18.4% por debajo del 2019 (previo a la pandemia), pero fue 29.5% superior a la del año pasado, de los cuales el 65% llegaron de Estados Unidos en busca de destinos de playa.

Lo anterior tiene como sustento que no se cerraron las fronteras aéreas y que los viajeros de Estados Unidos tenían muchas alternativas para ir a vacacionar luego del confinamiento, generando una alta dependencia en el viajero del país vecino del norte.

El país se debe adaptar a los nuevos tiempos y a las nuevas herramientas de promoción, y con ello se cumplirá con el reto de reposicionar a México como una potencia de la industria, en la en la captación de divisas, el gasto y el beneficio a la población en las plazas con vocación turística y en las oportunidades que puedan ofrecer para atraer a los turistas nacionales e internacionales, logrando hacer del turismo una auténtica herramienta de reconciliación social.



México ha sido, es y seguirá siendo la gran potencia de América Latina y ahora en el ámbito internacional. Si bien existen aún retos a enfrentar en materia turística, el potenciar y reforzar estos motores de crecimiento económico, los cuales vuelven a funcionar con normalidad en tanto en cuanto se entre en competitividad como una buena apuesta para retomar una recuperación, en estos momentos, más que necesaria.