Este año que está por concluir merece la pena hacer un breve balance en cuanto a los sucesos internacionales más relevantes. Por lo que daremos una sutil mirada a cada región en dos partes. Hoy la primera y el próximo miércoles será la segunda.
África
El continente olvidado y el que más depende de los esfuerzos multilaterales en pandemia. Es la región que más ha sido víctima de más casos confirmados con COVID-19 pero con el más bajo porcentaje de inoculación a su población. La Zona de Libre Comercio de África Continental -que abarca 54 de 55 países africanos- comenzó con el libre comercio a partir del primer de enero de este año. El buque Ever Given de la naviera Evergreen Marine quedó varado el 23 de marzo y las imágenes durante 6 días dieron la vuelta al mundo por el impacto que tuvo no sólo en el transporte marítimo sino en las cadenas de suministro.
América del Norte
La Cumbre de los Líderes en Washington fue una reunión de alto nivel que aunque llegó tarde, sucedió. Los acuerdos y compromisos alcanzados marcan una agenda trilateral sumamente constructiva pero muy ambiciosa por lo que habrá que hacer una evaluación dentro de un año para ver los resultados alcanzados.
América Latina y el Caribe
Las elecciones en Honduras, Chile y Venezuela fueron complicadas no sólo por las medidas sanitarias sino por la turbulencia política que convulsiona a dichos países. Haití sigue siendo un país afectado por desastres naturales, ahorcamientos económicos y desgastes políticos ante asesinato de su presidente. Bahamas tuvo su transición de monarquía a república. Cuba seguirá siendo una isla maravillosa por su gente pero intoxicada por la dictadura y la represión a sus manifestaciones en lucha de su libertad. Y la subregión de América Central entintada por el tráfico ilícito de migrantes.
Medio Oriente
Afganistán fue el gran punto de quiebre no sólo para Medio Oriente sino para Occidente. La salida de las tropas estadounidense a consecuencia del avance los Talibanes en la capital y en varias ciudades, fue un suceso de un antes y un después para la lucha del terrorismo y las células terroristas de la región; además, fue el detonante de una crisis humanitaria desbordada. Esto sin olvidar la historia sin fin entre Palestina e Israel que ni en pandemia, han tenido tregua.
Coordinadora
Licenciatura en Negocios Globales
Universidad Iberoamericana
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