Caro Quintero saltó al primer plano de la popularidad en 1985 cuando se le relacionó con la tortura y muerte del investigador norteamericano Enrique Camarena, quien lo investigaba por su posible actuación como jefe del “cártel” de Guadalajara.
Camarena indagaba por cuenta de la DEA (oficina anti-drogas de Estados Unidos) al parecer con el consentimiento de las autoridades mexicanas. Su cadáver fue encontrado con visibles muestras de tortura y esto encendió más aún los ánimos de la policía estadounidense.
Después de su captura, Caro Quintero fue hallado culpable y sentenciado a 40 años de prisión. Ocupó las primeras planas de los diarios y se convirtió en uno de los personajes más famosos del mundo del crimen. Aunque todavía no existían en aquel tiempo redes sociales ni “memes”, el supuesto “capo” apareció en los narco-corridos y una de las anécdotas que se le atribuyen fue aquella de haber dicho que, con su enorme fortuna, estaba dispuesto a pagar él solo la deuda pública de México, que no era tan grande como hoy, si lo liberaban.
Caro Quintero no dio problemas en la cárcel y en el año 2013, cuando cumplía 28 años de encierro, fue liberado por orden de un tribunal de Jalisco, debido a irregularidades detectadas en el proceso. Cuando la DEA reaccionó y solicitó la anulación del fallo, el “Narco de narcos”, como suele llamársele, ya había puesto tierra de por medio.
El caso ha vuelto a ocupar los titulares periodísticos debido a que Caro Quintero recibió la semana pasada respuesta negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a una solicitud de revisión que había presentado.
Su situación actual es contradictoria, ya que mientras él afirma que es un hombre de más de 60 años, jubilado y sin pensión, la DEA, por su parte, asegura que sigue activo en el negocio de las drogas y que ha recuperado gran parte de su antiguo poder llenando el hueco que dejó “El Chapo” Guzmán después de su arresto y extradición a Estados Unidos, en donde es interno de una cárcel de máxima seguridad.
La DEA, dispuesta a no abandonar la búsqueda del presunto matador del agente Enrique Camarena, ha ofrecido una mega-recompensa que seguramente despertará la codicia de muchos por entregarlo o dar el “soplo”, así que sus horas de prófugo de la justicia pudieran estar contadas.