La pandemia de Covid-19 registra un rebrote silencioso. En el estado de México en la última semana aumentó 110 por ciento el número de casos nuevos.
A estas alturas del partido, tengo la impresión de que la pandemia de Covid-19 ya nos viene guanga. No sé qué pensarán ustedes, mis estimados cuatro lectores. La gente en la calle ya va con una tranquilidad pasmosa y sin cubrebocas. Y en los centros comerciales, mercados, bazares, tiendas de autoservicio y departamentales, pletóricas todas de consumidores en estos días, la cosa ya de una normalidad muy normal.
Desde que la indicación gubernamental fue que dejáramos de utilizar el cubrebocas en espacios abiertos, hay mucha gente que no los usa en ningún lado. Basta poner un poco de atención para darse cuenta de que una porción menor de la población sigue utilizando esta barrera de protección.
Y el intríngulis de la pandemia es que llevamos seis semanas con un aumento constante y paulatino del contagio.
En la más reciente cifra que ha dado a conocer la Secretaría de Salud del gobierno federal —la del estado de México tiene “otros datos”— los casos nuevos aumentaron 110 por ciento. Y una semana antes 41 por ciento. Y hace tres semanas el crecimiento del contagio en la entidad mexiquense fue de 47 por ciento. De modo que llevamos seis semanas con más y más contagios.
En el último mes, de la segunda semana de noviembre a la fecha, el estado de México acumula 4 mil casos nuevos. Un mes antes sólo se habían registrado mil casos.
Esta naciente sexta ola de la pandemia parece diferente por el hecho de que los hospitales destinados a la atención del coronavirus Sars-Cov-2 están casi vacíos. Los casos graves están ausentes. Y eso es gracias a los 35 millones de vacunas que se han aplicado en esta entidad federativa llamada Estado Libre y Soberano de México. Los casos son más leves que los del año pasado y mucho menos que los de hace un par de años, cuando los hospitales estaban colmados de pacientes y muchas familias pasando por momentos de angustia y desolación.
Aún así, en las últimas dos semanas han muerto 10 mexiquenses de Covid-19, que sigue siendo una enfermedad grave para algunos grupos de edad y para personas con algunas enfermedades pre existentes.
Andamos por la vida como si la pandemia hubiera desaparecido. Y lo que ha ocurrido en realidad es que vivimos un repunte, que amaga con empeorar si consideramos las reuniones de fin de año en todos nuestros círculos sociales. El contagio se produce incluso entre quienes están vacunados, de modo que no hay que abandonar del todo las precauciones, a pesar de que nos tengan hasta la coronilla.
El valle de Toluca y el altiplano mexiquense se caracterizan por temperaturas bajas en esta temporada y, consecuentemente, de la existencia de un caldo de cultivo para las enfermedades respiratorias. Covid incluido. Mantener la guardia no es cosa de los gateles ni de las instancias oficiales, es asunto nuestro.
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Director del noticiario Así Sucede de Grupo Acir Toluca.
Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.
