/ miércoles 13 de noviembre de 2024

Repique inocente | Los costos

Todo el mundo sabe que la delincuencia, la violencia y la inseguridad le cuesta un mundo de dinero al país. Y no me refiero a los presupuestos que hay que destinar a las corporaciones policiacas ni a todas las instancias inmiscuidas en estas asignaturas gubernamentales. Me refiero a los costos económicos directos del crimen y la violencia que padece este país llamado Estados Unidos Mexicanos.

Un reporte elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le pone número a la casa. El estudio se llama “Los costos del crimen y la violencia” y en él, el BID señala que numerosas investigaciones confirman que el crimen afecta negativamente el crecimiento económico, especialmente en la vertiente de lo que se llama crimen organizado, aunque la criminalidad común también es costosa.

Lo que nos cuesta a los mexicanos padecer la inseguridad es equivalente al 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto.

Pero puesto así, es una cifra hasta incomprensible, un porcentaje más, como aquellos en los que nos aseguran que bajan los delitos, cede la criminalidad y que sirven para asegurar que todo va por buen camino. En pesos y centavos, se trata de

988 mil 200 millones de pesos, a partir de los cálculos del Producto Interno Bruto del año 2023, que sumó 27.45 billones de pesos mexicanos.

Para que nos hagamos una idea más precisa, el Tren Maya iba a costar 150 mil millones de pesos (terminó costando 500 mil millones). El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles costó 74 mil 535 millones de pesos. El Tren México-Toluca iba a costar 36 mil millones de pesos y lleva 123 mil millones de pesos.

El Tren Maya lleva cuatro años en construcción. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se construyó en tres años y el Tren México-Toluca, también conocido como “El Insurgente”, lleva una década en construcción.

En términos temporales y monetarios, un año de inseguridad y violencia es dos veces más costoso que construir otro Tren Maya. 13 veces más costoso que el AIFA y ocho veces más que “El Insurgente”. Ese es el tamaño de la inseguridad, la violencia y la criminalidad.

Todos los años el país pierde vidas, proyectos, inversiones, desempeño empresarial, productividad, y debe gastar sumas cuantiosas en tratar de detener al crimen.

988 mil 200 millones de pesos en los que hay impunidad, ineficacia, complicidad y

la negación de un problema real, que sí necesita soluciones de fondo —como dice el discurso oficial, atacar las causas— pero también un combate directo.

Los costos los pagamos todos. Hasta los que creen que la cosa no es con ellos.

Director del noticiario Panorama Informativo Toluca de Grupo Acir Toluca. Gerente de Meganoticias Toluca.

Tips: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.

Todo el mundo sabe que la delincuencia, la violencia y la inseguridad le cuesta un mundo de dinero al país. Y no me refiero a los presupuestos que hay que destinar a las corporaciones policiacas ni a todas las instancias inmiscuidas en estas asignaturas gubernamentales. Me refiero a los costos económicos directos del crimen y la violencia que padece este país llamado Estados Unidos Mexicanos.

Un reporte elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le pone número a la casa. El estudio se llama “Los costos del crimen y la violencia” y en él, el BID señala que numerosas investigaciones confirman que el crimen afecta negativamente el crecimiento económico, especialmente en la vertiente de lo que se llama crimen organizado, aunque la criminalidad común también es costosa.

Lo que nos cuesta a los mexicanos padecer la inseguridad es equivalente al 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto.

Pero puesto así, es una cifra hasta incomprensible, un porcentaje más, como aquellos en los que nos aseguran que bajan los delitos, cede la criminalidad y que sirven para asegurar que todo va por buen camino. En pesos y centavos, se trata de

988 mil 200 millones de pesos, a partir de los cálculos del Producto Interno Bruto del año 2023, que sumó 27.45 billones de pesos mexicanos.

Para que nos hagamos una idea más precisa, el Tren Maya iba a costar 150 mil millones de pesos (terminó costando 500 mil millones). El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles costó 74 mil 535 millones de pesos. El Tren México-Toluca iba a costar 36 mil millones de pesos y lleva 123 mil millones de pesos.

El Tren Maya lleva cuatro años en construcción. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se construyó en tres años y el Tren México-Toluca, también conocido como “El Insurgente”, lleva una década en construcción.

En términos temporales y monetarios, un año de inseguridad y violencia es dos veces más costoso que construir otro Tren Maya. 13 veces más costoso que el AIFA y ocho veces más que “El Insurgente”. Ese es el tamaño de la inseguridad, la violencia y la criminalidad.

Todos los años el país pierde vidas, proyectos, inversiones, desempeño empresarial, productividad, y debe gastar sumas cuantiosas en tratar de detener al crimen.

988 mil 200 millones de pesos en los que hay impunidad, ineficacia, complicidad y

la negación de un problema real, que sí necesita soluciones de fondo —como dice el discurso oficial, atacar las causas— pero también un combate directo.

Los costos los pagamos todos. Hasta los que creen que la cosa no es con ellos.

Director del noticiario Panorama Informativo Toluca de Grupo Acir Toluca. Gerente de Meganoticias Toluca.

Tips: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz.

Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.