Rescate Tierra

El aire con los miasmas va cargado.

  · lunes 14 de mayo de 2018

Tierra, agua y aire, son los 3 elementos que al contaminarlos contribuimos a la destrucción del equilibrio ecológico del planeta.

La tierra, la regamos con pesticidas inorgánicos que matan las plagas de los vegetales y flores y cuando el hombre los consume, se expone a daño genético. Ese pesticida, se filtra en la tierra y llega a nuestras aguas contaminándolas. Además de los pesticidas, arrojamos basura en lugares inapropiados y su acumulación y descomposición produce una substancia denominada lixiviado, la cual contamina el agua subterránea que llega a nuestros hogares por las tuberías o se aloja en lagunas y ríos, poniendo en riesgo la salud de los seres vivos. No menor es el daño que provoca la quema de suelos y la excavación de minas, el primero termina con la capa fértil en que crecen los árboles y viven animales, el segundo, destruye también el suelo y pone en riesgo las zonas de absorción del líquido de la vida.

El agua es parte del 70 por ciento de nuestro cuerpo. Los seres vivos, estamos compuestos de agua y muchos viven dentro de ella. Hoy la tierra se seca, hemos perdido innumerables cuerpos de agua que ponen en peligro varias zonas urbanas y no urbanas, habitadas por el hombre.

El plástico, un material que revolucionó la vida del planeta hoy se acumula en el mar, en los ríos y las lagunas. Las tortugas lastiman su nariz con popotes y los peces enredan sus aletas en bolsas. En el océano Pacífico hay una mancha de plástico en el centro, de aproximadamente 3 a 4 millones de kilómetros cuadrados y quizá haya otras islas en los lugares donde confluyan las corrientes de agua de los océanos.

Respiramos el aire y los miasmas que en el se encuentran, es inevitable. Al pasar junto a un animal muerto, respiramos las partículas que se desprenden de su putrefacto cuerpo. Lo mismo ocurre con plantas descompuestas, agua sucia, fábricas, talleres o automotores, respiramos las partículas que desprenden en su operación y nuestro cuerpo las detecta por sus aromas.

Del aire hoy se habla mucho. La contaminación que le hemos hecho, con bióxido de carbono, incrementó el efecto invernadero del planeta, estimulando el calentamiento global. Hay un esfuerzo mundial por detenerlo en 2 grados centígrados y hacerlo bajar a 1.5 grados, migrando la operación de las fábricas a energías limpias y sustituyendo vehículos de gasolina por eléctricos, híbridos o de gas. Un caso particular es el de Toluca, donde se han puesto en servicio, patrullas que operan con gas y reducen un poco las emisiones de bióxido de carbono y quizá pronto veamos también circulando patrullas eléctricas, contribuyendo a la seguridad, el orden en la ciudad y el cuidado del medio ambiente.

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