Comenzó diciembre, las calles se saturan de automóviles y personas que ya están viendo ¿qué cocinarán el 24 y qué el 31? ¿Qué regalos darán a sus hijos, pareja, parientes y amigos? ¿Cuál sería un buen lugar para vacacionar? ¿Cómo bajaran de peso, después de diciembre? ¿Cuáles serán sus buenos propósitos y sus 12 deseos?
Este mes, se llena de amor y parabienes, igual que el 14 de febrero y el 10 de mayo, no incluyo a los hombres porque salvo la organización “Y los hombres qué” de Lulú Domínguez, se nombran poco. No hacen marchas, no rompen vidrios, ni andan exigiendo equidad.
Diciembre, trae un respiro, es el fin de un ciclo y comienzo de otro, donde uno espera que le vaya mejor, aunque por años nos aventamos regalos inflacionarios, incremento de precios, gasolinazos y funcionaba, nadie protestaba entre diciembre y enero, aunque con la estrategia antihuachicol de principio del pasado sexenio, vimos, que al parecer los mexicanos no protestamos en mayoría, por nada, aunque en los hechos, hicimos horas de filas en las gasolineras, sufrimos el incremento en los asesinatos, el crimen organizado cubrió el territorio nacional y los políticos votaron a placer para desaparecer a las pocas instituciones que nos protegían del ejercicio abusivo del poder.
El Poder judicial, ya felpo, transparencia se despide, los derechos humanos están en riesgo, la corrupción amenaza con descomponer todo, los partidos políticos parecen escondrijos de grupos de poder que sólo protegen sus intereses no los de los ciudadanos, su seguridad, estabilidad económica, trabajo, salud, servicios, alimentos, jornada laboral, derechos… Hoy todo es cuestionado y los mexicanos aguantamos.
Pero, no es sólo México, el mundo se estremece con la guerra entre Rusia y Ucrania, que afán de los Moscovitas por quitarles su país a los ucranianos y amenazar a quienes se atreven a protegerlos. El pueblo de Israel, también tiene que proteger sus Nación, porque un grupo terrorista masacró a sus ciudadanos en fiestas casas y negocios, -estando en paz- secuestro personas y cuando le regresaron las pedradas, alego violencia en su contra, negándose a liberar a los renes secuestrados.
El caballo de la guerra amenaza a la Tierra, en mi libro mas reciente, “La Penúltima Guerra”, escrito hace 3 años y publicado hace casi 2 años, se menciona el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, antes de que comenzará. Se habla del calentamiento global y la apatía de las naciones más contaminantes, son 5 las que casi cubren el 50 por ciento del daño al planeta y otras 15 les ayudan con un 20 por ciento. Menciona la lucha entre las religiones o los religiosos fanáticos que no escuchan razones, que hablan mucho del amor, pero lo practican poco.
En diciembre, habrá buenos propósitos y anhelamos buenos resultados, reflejo del amor entre seres humanos, Jesucristo hablo del amor y que quienes le siguieran, deberían reflejar ese amor al prójimo, al amigo, a la esposa, a los hijos, no un amor fingido, ni de conveniencia. Les dijo a sus discípulos que el amor sería su sello, pero los seres humanos no aprendimos a amarnos, sólo a utilizarnos y aparentar interés por el bienestar de quienes nos rodean. El 24 de diciembre, recordaremos su nacimiento, con esperanza.
Quizá el año que viene, sea un mejor año y haya seguridad, bajen los asesinatos, se eliminen los secuestros de mujeres, niños y varones, haya medicinas a buen precio y para todos, haya trabajo, dinero y amor.
Licenciado en Comunicación por la UAEM
Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién
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