/ martes 13 de agosto de 2024

Rescate Tierra | México, tan lejos de Dios y tan cerca del vecino…

El martes 5 de noviembre, serán las elecciones de Presidente de los Estados Unidos y de aquí hasta ese día, escucharemos mucho de Kamala Harris y de Donald Trump. Ambos fueron seleccionados bajo procesos poco convencionales, Kamala, sustituyendo a Biden y empoderándose en poco tiempo y Trump, cuestionado sobre su cantada participación en el asalto al Capitolio, y recuperándose del reciente atentado que sufrió.

Las elecciones en el vecino país del norte, no son poca cosa, compartimos frontera, mas de 20 millones de mexicanos viven allá y contribuyen a la fortaleza de su economía, la balanza comercial de ambas naciones, nos beneficia, pero también somos coparticipes del grave problema con las drogas, que Estados Unidos enfrenta.

Tener un vecino estable política, económica y socialmente, es importante para los Estados Unidos y para México, el problema del combate al narcotráfico y el crimen organizado afecta a ambas naciones y el involucramiento del crimen organizado en varios procesos de gobierno en México, preocupan.

La reciente aprensión del Mayo Zambada con la no confirmada intervención de los Estados Unidos, en el suceso, prendió las alertas de varios grupos delincuenciales que apostaron a la no intervención del gobierno estadunidense en el gobierno mexicano, para combatir el crimen organizado. Ya hay gobernadores deslindándose de nexos con los carteles, aunque la aparente presencia política de las mafias es innegable, como lo muestran sus enfrentamientos contra el Ejército Mexicano, en Guanajuato, Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa, Michoacán, Zacatecas, Durango, Guerrero, el sur del Estado de México, Chiapas, Veracruz y quizá, todos los estados faltantes.

Mostrando un conflicto donde las fuerzas armadas tuvieron que replegarse ante el crimen organizado por órdenes superiores, como lo fue el caso de Ovidio.

El monopolio del uso de la fuerza en el gobierno, lo tenía el ejército y aunque no ha declinado su autoridad, ha preferido ignorar por ordenes superiores la posibilidad de enfrentar a la delincuencia para garantizar la paz social, la estabilidad económica y la seguridad de los mexicanos.

El próximo presidente de los Estados Unidos, ya debe tener una carpeta con el diagnóstico sobre la situación en México y las consecuencias geopolíticas que implica, el actual estado de fuerza.

Nos acercamos al cambio de gobierno en México, el próximo 1 de octubre, Claudia Sheinbaum se convertirá en el presidente numero 66 y formará parte del grupo de 28 mujeres mandatarias que hay en el mundo.

Un mes después Estados Unidos tendrá elecciones y quien resulte ganador, ejercerá en uno de los 5 países mas poderosos del mundo, a partir del 20 o 21 de enero de 2025.

México estará preparado para lo que sigue

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la EPCSG

El martes 5 de noviembre, serán las elecciones de Presidente de los Estados Unidos y de aquí hasta ese día, escucharemos mucho de Kamala Harris y de Donald Trump. Ambos fueron seleccionados bajo procesos poco convencionales, Kamala, sustituyendo a Biden y empoderándose en poco tiempo y Trump, cuestionado sobre su cantada participación en el asalto al Capitolio, y recuperándose del reciente atentado que sufrió.

Las elecciones en el vecino país del norte, no son poca cosa, compartimos frontera, mas de 20 millones de mexicanos viven allá y contribuyen a la fortaleza de su economía, la balanza comercial de ambas naciones, nos beneficia, pero también somos coparticipes del grave problema con las drogas, que Estados Unidos enfrenta.

Tener un vecino estable política, económica y socialmente, es importante para los Estados Unidos y para México, el problema del combate al narcotráfico y el crimen organizado afecta a ambas naciones y el involucramiento del crimen organizado en varios procesos de gobierno en México, preocupan.

La reciente aprensión del Mayo Zambada con la no confirmada intervención de los Estados Unidos, en el suceso, prendió las alertas de varios grupos delincuenciales que apostaron a la no intervención del gobierno estadunidense en el gobierno mexicano, para combatir el crimen organizado. Ya hay gobernadores deslindándose de nexos con los carteles, aunque la aparente presencia política de las mafias es innegable, como lo muestran sus enfrentamientos contra el Ejército Mexicano, en Guanajuato, Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa, Michoacán, Zacatecas, Durango, Guerrero, el sur del Estado de México, Chiapas, Veracruz y quizá, todos los estados faltantes.

Mostrando un conflicto donde las fuerzas armadas tuvieron que replegarse ante el crimen organizado por órdenes superiores, como lo fue el caso de Ovidio.

El monopolio del uso de la fuerza en el gobierno, lo tenía el ejército y aunque no ha declinado su autoridad, ha preferido ignorar por ordenes superiores la posibilidad de enfrentar a la delincuencia para garantizar la paz social, la estabilidad económica y la seguridad de los mexicanos.

El próximo presidente de los Estados Unidos, ya debe tener una carpeta con el diagnóstico sobre la situación en México y las consecuencias geopolíticas que implica, el actual estado de fuerza.

Nos acercamos al cambio de gobierno en México, el próximo 1 de octubre, Claudia Sheinbaum se convertirá en el presidente numero 66 y formará parte del grupo de 28 mujeres mandatarias que hay en el mundo.

Un mes después Estados Unidos tendrá elecciones y quien resulte ganador, ejercerá en uno de los 5 países mas poderosos del mundo, a partir del 20 o 21 de enero de 2025.

México estará preparado para lo que sigue

Pedro_gomez77@hotmail.com

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por la EPCSG