El mal triunfa porque los buenos no hacen nada… Y cuando se defiende y los malos pierden, Mexico completo, no sólo nuestro estado, sufren las consecuencias de haber dejado crecer el crimen organizado. El enfrentamiento entre delincuentes y ciudadanos de Texcaltitlán, cansados de ser abusados por maleantes que les quitan sus cosechas, su dinero, la seguridad, ponen en riesgo a hijos e hijas, mientras las autoridades en complicidad silenciosa observan, los hartaron y se defendieron. Ahora hay mas muertos del lado de los malos, que de los buenos. Ojalá las corruptas autoridades no quieran culpar al pueblo que se defiende y, por el contrario, los defiendan, no hacerlo seguro encenderá más los ánimos.
Es curioso que en los reportes de las autoridades se minimice que fueron los ciudadanos quienes abatieron a los integrantes de la Familia Michoacana, fueron los ciudadanos defendiéndose de los opresores corruptores y abusadores, que les quitan la comida, su trabajo, sus tierras, su salud, sus casas, no fueron las autoridades del gobierno mexiquense, a pesar de que conocían a los cabecillas de la agrupación, su responsabilidad en la muerte de elementos de seguridad en Coatepec de Harinas, y que con los sistemas de inteligencia que tienen sabían y saben en dénde están y qué hacen.
No es sólo Texcaltitlán, es Toluca, es Zinacantepec, Valle de Bravo, Ixtapan de la Sal, Ixtapan del Oro, Texcoco, Chimalhuacán, Nezahualcoyotl, Luvianos, Tejupilco, Amatepec y muchos de los 125 municipios mexiquenses.
La autoridad tiene conocimiento, el pueblo lo soporta, la delincuencia sabe, que el gobierno sabe, el Ejército lo sabe, pero dejan que el crimen organizado siga amenazando a la población, al pueblo que los eligió… Y el Pueblo se cansa.
Ya pasaron por el estado, el Cartel Jalisco Nueva Generación, los Zetas, Templarios, Familia Michoacana y entre un gobierno y otro sube y baja la tolerancia a estas organizaciones, con unos crecen, con otros se mantienen y sólo el de Felipe Calderón los combatió, y los anteriores a 1999 intentaron desmantelarlos.
Quienes se cansaron de ser abusados fueron los pobladores, ellos se defendieron. No fue un operativo estatal, tampoco federal y el Ejército no intervino.
Es el Pueblo a quien deberían proteger, quien se defendió.
Siempre han existido abusadores y abusados en la historia de la humanidad, por eso se crearon códigos y leyes que protegieran al pueblo común, del abusivo poderoso y amoral. Población, territorio y gobierno son los 3 elementos básicos de una Nación; en el caso de México, la Constitución establece que los mexicanos eligen a su líder para que los represente, el Pueblo elige un cuerpo de diputados que defiendan los derechos de las comunidades que los eligieron, no deben obedecer al Presidente, deben obedecer al Pueblo que los eligió y un poder Judicial que dirima por juicio, a favor del Pueblo y la justicia, las diferencias entre uno y otro. He mencionado esta tricotomía en otras columnas, explicando que los diputados no sirven al Presidente o Gobernador, ni al poder Judicial, sirven al Pueblo y éste exige paz y seguridad ante la delincuencia.
Esta columna ha mencionado los códigos ancestrales de Hammurabi, El Corán, La Biblia, La Torah, los usos y costumbres de Pueblos Ancestrales, todas mencionan situaciones donde el pueblo recibe y hace justicia a través de su leyes y representantes.
La inseguridad en el Estado de México es muy grande. Hay sitios que es preferible no visitar porque todo el sistema económico es controlado por las mafias, el turismo, la comida, los servicios, el transporte, la seguridad, las exportaciones e importaciones. Sin embargo, esa inseguridad no comenzó este año, la arrastramos varios sexenios atrás y las leyes están desactualizadas para combatirlas, impiden la colaboración independiente de los municipales y estatales en delitos federales, y cuando estos últimos han intervenido, parece que lo hacen para proteger o perjudicar a alguien.
Espero que los próximos diputados federales y locales hagan algo por actualizar las leyes y limpiar a los cuerpos de seguridad y justicia. Que haya concurrencia en leyes para la impartición de justicia. Hoy tenemos mucho gobierno y poco pueblo, parece nos quieren hacer dependientes del Tlatoani.
