El pasado viernes algunos periodistas celebramos a destiempo el día de la Libertad de Expresión, en el Liceo Europeo, de Ecatepec, convocados por el Presidente de la FHEPYRT, Alejandro Vázquez. Decenas de periodistas, fotógrafos y comunicadores recordamos la importancia de esta Ley, incluida en las normas Constitucionales, la libertad de decir, pensar y expresar nuestra posición respecto a diversos temas, sin la amenaza a nuestra libertad para comunicar, nuestras ideas.
Durante mi participación comenté la posición profesional de quienes ejercemos el periodismo, investigando hechos desconocidos u ocultos en el gobierno, la sociedad civil y el sector privado, para que los ciudadanos estén informados de los sucesos que dan identidad a nuestra realidad y, en su caso, si hay autoridad responsable que por lo publicado vea sacudida su conciencia y valores, procuré corregir el rumbo dejando de mentir, robar y traicionar a sus representados, hoy llamados pueblo.
Quienes ejercen el periodismo lo definen como forma de hacer contrapeso al poder, otros consideran que el periodista solo informa de manera objetiva lo que ve, procurando no caer en prejuicios que cesguen la información.
En la historia humana hay varios sucesos que, al ser exhibidos por la prensa, obligaron a corregir el rumbo de la historia, con la renuncia de políticos que hicieron mal uso, del poder que da el servicio público.
Tal vez el mas cercano en el tiempo, sea el encarcelamiento de Raúl Salinas, acusado de desvió de recursos en la Comisión de subsistencias populares, hoy conocida como SEGALMEX, nuevamente involucrada en el mismo tema, pero con diferente responsable. Recuerdo tambien la “Matanza de Aguas Blancas” evento que provocó la renuncia de un gobernador de apellido Figueroa, allá en Guerrero.
La libertad de expresión permitió saber que, otro gobernador de apellido Duarte, robaba el dinero de aportaciones federales para la compra de medicinas contra el cáncer y administraba agua a los enfermos. También supimos de los migrantes muertos en un incendio, porque las autoridades los dejaron encerrados y pudiendo abrirles, no lo hicieron y a la fecha no hay responsable.
Pareciera que actualmente, una forma de controlar los daños en hechos de corrupción en el gobierno o malas decisiones, es hacer publico ante los medios el evento, antes de convertirse en noticia, como ocurrió con la primera captura, del Chapito, o el saludo de AMLO a la Mamá del Chapo y hasta el manejo chapulinesco de la pandemia de COVID19, cuya verdad, verdad, apenas comienza a hacerse pública.
Parte de este mensaje lo comenté en el Liceo Europeo el viernes. Hoy por coincidencia, me encuentro con intentos de jaqueo a mis cuentas. Ya avisé a amigos y contactos para que estén prevenidos y no los sorprendan pidiéndoles dinero, dirección, teléfonos o enlaces.
Pedro_gomez77@hotmail.com
Licenciado en Comunicación por la UAEM
Maestrando en Periodismo Político por EPCSG
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