/ martes 28 de mayo de 2024

Rescate Tierra | Traiciones

Judas, entregó a su Maestro, pero la culpa lo hizo suicidarse. En el escenario de la “Lealtad”, dicen que el que avisa, no traiciona, pero cuando te la juegas con todo por un ideal, con proyecto previo y metas a alcanzar y sale un Gandaya que toma tus propuestas, tu imagen, tus palabras, tu visión de futuro, las cuales acumuló caminando contigo y se las va a ofrecer a tu competidor para ver cuantas monedas le ofrecen. Eso es traición, y en el gobierno cuyos 3 pilares fueron: No mentir, no robar y no traicionar es incongruencia y gandayez, y… Alejandra del Moral, decidió cargarse hacia ese lado.

Recuerdo dos ideas de la carta de Manuel Gómez Morin, fundador del PAN a José Vasconcelos en 1928, cuando Vasconcelos pretendía la presidencia de México en 1929 y le pide a Gómez Morin, ponga a su disposición la fuerza que ya tiene en la formación de un Partido Político, “tengo que decirle -escribe Gómez Morin- que el resultado de esta primera excursión de mi parte en el terreno político es una profunda desilusión de muchas gentes, y sobre todo, de mí mismo.

Ahora se que no valen ni la buena fe ni el alto propósito ni el grande entusiasmo para trabajar políticamente. Para ello es preciso, en primer término, ser político; tener los hábitos y los procedimientos de los políticos, y reunir una multitud de cualidades que no son las que ordinariamente sirven para que un hombre pueda solamente pensar las cosas con claridad y ejecutarlas con desinterés y con precisión técnica.” Vasconcelos presionaba para que la estructura política que construía el fundador del PAN sirviera a su interés presidencial quien concluye, -parafraseándolo- el fracaso que sería aprovechar la estructura en construcción sin bases, sin ideología, sin formación humana, sin un proyecto de Nación no improvizado.

Dilapidar el liderazgo generado, para impulsar un lider sin proyecto, promoviendo el nacimiento de otro Caudillo, que mantendría a México en conflicto, sin proyecto humano, ni económico, ni social, ni de salud. Sería el gobierno de la improvización y las ocurrencias.

A una semana de la elección, México es probado en su madurez cívica para ejercer su derecho a votar y escoger quien lo representará, si un proyecto sólido y de largo plazo o las ocurrencias de un iluminado que tira los recursos del país para demostrar un poder que no se legitimó con el gobierno y ha generado terribles desequilibrios en salud, seguridad, educación, relaciones internacionales, cumplimiento a las leyes constitucionales y amor al ser humano.

México no está en guerra interna y no tiene porque estarlo. No es una batalla entre Calles y Vaconcelos, ni entre Calles y Obregón, ni siquiera se enfrentan las fuerzas de Carranza y Villa o Zapata. No hay brigadas rojas enfrentando a los campesinos -obreros contra agricultores- Ya había México superado esa etapa y ha pesar de la lentitud en los resultados el crimen organizado no gobernaba México, habia separación de poderes, el ejército auxiliaba al combate al narcotráfico y en labores de rescate y emergencia, era querido, una institución para servir a los mexicanos, como muchas que fueron creadas para empoderar a la ciudadanía y que esta gobernara.

“Tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario”, decian los eslogans panistas de campaña y gobierno, hace 30 años. Hoy pareciera que el gobierno domina al pueblo y le dice que hacer. Y, al final el 2 de junio, el pueblo decidirá.

Falta una semana.

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por EPCSG

Judas, entregó a su Maestro, pero la culpa lo hizo suicidarse. En el escenario de la “Lealtad”, dicen que el que avisa, no traiciona, pero cuando te la juegas con todo por un ideal, con proyecto previo y metas a alcanzar y sale un Gandaya que toma tus propuestas, tu imagen, tus palabras, tu visión de futuro, las cuales acumuló caminando contigo y se las va a ofrecer a tu competidor para ver cuantas monedas le ofrecen. Eso es traición, y en el gobierno cuyos 3 pilares fueron: No mentir, no robar y no traicionar es incongruencia y gandayez, y… Alejandra del Moral, decidió cargarse hacia ese lado.

Recuerdo dos ideas de la carta de Manuel Gómez Morin, fundador del PAN a José Vasconcelos en 1928, cuando Vasconcelos pretendía la presidencia de México en 1929 y le pide a Gómez Morin, ponga a su disposición la fuerza que ya tiene en la formación de un Partido Político, “tengo que decirle -escribe Gómez Morin- que el resultado de esta primera excursión de mi parte en el terreno político es una profunda desilusión de muchas gentes, y sobre todo, de mí mismo.

Ahora se que no valen ni la buena fe ni el alto propósito ni el grande entusiasmo para trabajar políticamente. Para ello es preciso, en primer término, ser político; tener los hábitos y los procedimientos de los políticos, y reunir una multitud de cualidades que no son las que ordinariamente sirven para que un hombre pueda solamente pensar las cosas con claridad y ejecutarlas con desinterés y con precisión técnica.” Vasconcelos presionaba para que la estructura política que construía el fundador del PAN sirviera a su interés presidencial quien concluye, -parafraseándolo- el fracaso que sería aprovechar la estructura en construcción sin bases, sin ideología, sin formación humana, sin un proyecto de Nación no improvizado.

Dilapidar el liderazgo generado, para impulsar un lider sin proyecto, promoviendo el nacimiento de otro Caudillo, que mantendría a México en conflicto, sin proyecto humano, ni económico, ni social, ni de salud. Sería el gobierno de la improvización y las ocurrencias.

A una semana de la elección, México es probado en su madurez cívica para ejercer su derecho a votar y escoger quien lo representará, si un proyecto sólido y de largo plazo o las ocurrencias de un iluminado que tira los recursos del país para demostrar un poder que no se legitimó con el gobierno y ha generado terribles desequilibrios en salud, seguridad, educación, relaciones internacionales, cumplimiento a las leyes constitucionales y amor al ser humano.

México no está en guerra interna y no tiene porque estarlo. No es una batalla entre Calles y Vaconcelos, ni entre Calles y Obregón, ni siquiera se enfrentan las fuerzas de Carranza y Villa o Zapata. No hay brigadas rojas enfrentando a los campesinos -obreros contra agricultores- Ya había México superado esa etapa y ha pesar de la lentitud en los resultados el crimen organizado no gobernaba México, habia separación de poderes, el ejército auxiliaba al combate al narcotráfico y en labores de rescate y emergencia, era querido, una institución para servir a los mexicanos, como muchas que fueron creadas para empoderar a la ciudadanía y que esta gobernara.

“Tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario”, decian los eslogans panistas de campaña y gobierno, hace 30 años. Hoy pareciera que el gobierno domina al pueblo y le dice que hacer. Y, al final el 2 de junio, el pueblo decidirá.

Falta una semana.

Licenciado en Comunicación por la UAEM

Maestrando en Periodismo Político por EPCSG