Esta semana paso tejida de sucesos, nacionales e internacionales que vienen entreverados en el tema electoral. Expulsaron de Venezuela al presidente nacional del PAN, Marko Cortes, por hacer allá, lo que no hizo en México, defender el voto.
El Mayo Zambada, apareció en Estados Unidos, acompañado de un hijo del Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López, quien presuntamente colaboró en su detención, mientras, continua la reproducción del rumor del financiamiento del narcotráfico a la campaña presidencial de 2006. Y en ese contexto, el dinero que hubiera podido llegar a las elecciones de Venezuela, no llegó, y ayer alrededor de las 8 de la noche los comentaristas y medios de comunicación de vecino país, repetían hasta el cansancio, que, en caso de haber fraude electoral, las fuerzas hegemónicas que no quieren fallos, buscaban como revertir o negociar los resultados, para perder el poder, sin perderlo, en una elección no democrática, ni transparente. Hay mil obstáculos.
Mientras tanto en México, hay un reacomodo de los grupos de inseguridad nacional, que un día sí y otro también, van dejando cadáveres por todo el país en una guerra de bajo perfil cuyo objetivo es amenazar y prevenir al grupo gobernante de lo que podría pasar en México, si las autoridades intentaran poner orden, como lo hacen en los accesos de Palacio de Gobierno, cuyo edificio y oficinas uno podía visitar con libertad y hoy la seguridad es tan fuerte que los guardias dificultan el tránsito por los pasillos.
Y así, los chairos venezolanos iban y venían de los centros de votación impidiendo el acceso de testigos y validación ciudadana, a la sede del Consejo Nacional Electoral, mientras la ciudadanía permanecía en los Colegios Electorales.
En Latinoamérica aun quedan vestigios del autoritarismo militar que afecto el desarrollo de naciones como Chile, Argentina, El Salvador, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Uruguay, República Dominicana, Perú, Ecuador, Colombia y quizá México, donde varios de sus expresidentes tuvieron un origen militar como Santa Anna, Porfirio Díaz, Carranza, Obregón, Elías Calles, Lázaro Cárdenas. Naciones que emigraron lentamente a la representación de los ciudadanos en los cargos públicos.
Hoy escuchamos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y uno que otro gobierno mezclado, gobernado por autoridades civiles, pero con fuerte presencia militar detrás de ellos.
Hoy martes, Maduro se declaró ganador con casi el 52 por ciento de los votos, imponiéndose a una pulverizada oposición que no logra revertir la dictadura del chavismo porque los votos no le alcanzaron, porque se manipularon los resultados debido a que el Estado tiene el control de los órganos electorales o porque Maduro es el preferido del pueblo venezolano. Lo mismo ha ocurrido en Nicaragua, Cuba y hasta México en ocasiones semejantes.
En este contexto, el reacomodo que provocará la captura-secuestro del Mayo Zambada en el escenario económico, político y social de México y de las naciones alineadas al Foro de Sao Paulo de Sao Paulo, está por verse.
Pedro_gomez77@hotmail.com
Licenciado en Comunicación por la UAEM
Maestrando en Periodismo Político por la EPCSG
