Candidaturas más competitivas, con mayores oportunidades de triunfos opositores. Esto arrojará la convulsión interna de Morena, agudizada por la disposición de las autoridades electorales en favor de que haya al menos cinco mujeres entre las nueve nominaciones de cada partido político a la renovación de gubernaturas el próximo año.

La renovación de gobernadores del próximo año proyecta triunfos cómodos de Morena en Tabasco y, en menor medida, en Chiapas, Veracruz y Morelos, donde la oposición proyecta aspirantes sin la fortaleza para representar al lopezobradorismo un verdadero desafío. Se le cedió al PRD la nominación de candidaturas opositoras en Tabasco y en Chiapas, mientras que el PRI lo hará en Veracruz, Morelos y Jalisco. El PAN colocará en el resto de los nueve estados, incluida la ciudad de México, según acuerdos iniciales en el bloque opositor.

Morena seguramente crecerá, sin ganar, en Jalisco, Yucatán y Guanajuato. Pero estará en serio predicamento en Puebla y la ciudad de México, donde hallará fuerte desgaste y adversarios con perfil ganador. Es un enigma lo que ocurrirá con los cientos de alcaldías que estarán en juego en todo el país, entre ellas capitales clave. Lo mismo en los Congresos estatales, todos los cuales serán renovados con excepción del de Coahuila.

Son cada vez más públicas las fricciones entre bloques en el partido que dirige Mario Delgado. Un enfoque puede ser que ello ocurre entre “duros” y “moderados”, pero el diagnóstico resulta insuficiente si se considera la pugna entre el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández y, por ejemplo, Claudia Sheinbaum, virtual candidata presidencial.

El tabasqueño ha resultado marginado no por “duro” (figuraría más bien en la categoría de “amigos” de AMLO) sino por señalamientos de corrupción y frivolidad, según fuentes cercanas a la crisis intestina que primero pospuso y luego colocó en vilo por casi 20 horas los anuncios sobre postulaciones.

Las ambiciones de López Hernández de seguir gobernando en Tabasco a través de su hermana Rosalinda López Hernández - la “número 2” del SAT y esposa de Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas- quedaron descartadas por escándalos diversos en su familia y su entorno político. El ganador anticipado de la pugna fue Javier May, un “amigo” del Presidente; sólo terminó la preparatoria, fue responsable del Tren Maya y ha sido por años aliado político y socio de Octavio Romero Oropeza, director de Pemex.

La determinación de López Obrador de distanciarse de su amigo de adolescencia, Adán Augusto, proteger a otro amigo para la gubernatura, y resguardar a Tabasco - quizá su plaza más estratégica en materia económica, y hegemónica en lo político-, pudo haber llevado a la decisión en la ciudad de México de sacrificar a Omar García Harfuch, ganador de la encuesta interna, en beneficio de Clara Brugada. Ella rompió lanzas con la señora Sheinbaum y se batió, ahí sí, del lado de los “duros” encabezados por el jefe de Gobierno de la capital, Martí Batres, y del vocero presidencial Jesús Ramírez.

Pero el perfil de la señora Brugada difícilmente tendrá la capacidad que mostraba García Harfuch para atraer a las clases medias y a un sector sin partido.

El bloque opositor deberá decidir por Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez, en favor de quien declinó la otra aspirante, Lía Limón, quien se medirá contra el oficialismo, que exhibe importantes posibilidades de triunfar en las urnas. Deberá antes exhibir que Brugada es una y la misma cosa que López Obrador, con imagen venida a menos desde 2021.

De acuerdo con filtraciones desde Morena, el sacrificio García Harfuch se decidió también porque él se mantendría en el círculo cercano a Sheinbaum, mientras que el senador Alejandro Armenta, de Puebla, igualmente ganador de la encuesta, habría amagado con irse a otro partido en caso de no obtener la candidatura.