/ viernes 22 de noviembre de 2024

Rompecabezas geopolítico | La brecha económica y social y su relación con la salud mental

Hace algunos días, en Zhuhai, China, un automovilista arrolló a una multitud en un centro deportivo dejando un saldo de 35 muertos y 43 heridos. Según las autoridades, estaba molesto por el acuerdo de su divorcio.

La matanza en Zhuhai es una tragedia que sacudió no solo a la comunidad local, sino que también reavivó el debate global sobre la conexión entre los ataques masivos, la salud mental y el impacto de las tensiones económicas en el comportamiento humano. Aunque los detalles exactos del caso siguen bajo investigación, este ataque es un recordatorio doloroso de un fenómeno que no es exclusivo de una región o un sistema político.

Eventos similares en otras partes del mundo, como los tiroteos en escuelas de Estados Unidos, los ataques en Europa vinculados a extremismos ideológicos o incidentes como el de Sagamihara en Japón, donde las tensiones personales y sociales desencadenaron una masacre, reflejan una tendencia preocupante. ¿Qué lleva a un individuo a cruzar el límite hacia la violencia extrema?

Los expertos coinciden en que la salud mental es un factor crucial, pero no el único. La presión económica, la falta de acceso a apoyo psicológico y el aislamiento social son detonantes recurrentes. En contextos donde las desigualdades económicas se profundizan, las comunidades más vulnerables enfrentan riesgos crecientes, no solo por la violencia en sí, sino por la erosión de los lazos sociales.

En Zhuhai, al igual que en otros casos, es urgente analizar el contexto: ¿existieron señales previas de advertencia? ¿Las redes de apoyo comunitario fallaron? Estas preguntas son esenciales no solo para prevenir futuros ataques, sino para abordar las raíces del problema.

La violencia masiva no ocurre en un vacío. Es el reflejo extremo de un sistema que necesita urgentemente fortalecer sus redes de salud mental, redistribuir recursos de manera equitativa y fomentar una cultura de apoyo mutuo antes de que las grietas sociales se conviertan en abismos de tragedia.

Del mismo modo, el gobierno en China ha denominado a este tipo de personas como “Gente con 5 tipo de pérdidas”: perder tu negocio; perder las ganas de vivir o el sentido de la vida; perder la conexión en las relaciones intrapersonales; perder el equilibrio en tus pensamientos y perder la estabilidad emocional.

Lo anterior es el resultado de un mundo que se ha encaminado al vacío y a la inestabilidad ya que La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que las crisis económicas pueden exacerbar problemas de salud mental, aumentando la incidencia de trastornos como la depresión y la ansiedad. La inseguridad financiera y el desempleo son factores que contribuyen significativamente a este deterioro.

¿Cuánto vale nuestra salud mental? en serio, hay que meditarlo.

YU CHEN CHENG es Maestro en Ciencias de Administración por la Universidad Marítima y Portuaria de México. Académico en el área de Bloques Regionales de la ESCA Unidad Santo Tomás del IPN y asociado del Programa de jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PjCOMEXI)

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