En los últimos años, Europa ha sido testigo de un resurgimiento significativo de partidos políticos de ultraderecha. Este fenómeno ha ganado relevancia debido a una combinación de factores sociales, económicos y políticos que han afectado a la región. Uno de los momentos clave en este resurgimiento fue la crisis migratoria de 2015-2016, cuando la llegada masiva de refugiados y migrantes a Europa desató una ola de preocupaciones sobre la identidad cultural, la seguridad y la economía. Partidos de ultraderecha capitalizaron estos temores, proponiendo políticas de inmigración más estrictas y ganando apoyo popular.
Y es que la amenaza del terrorismo y las preocupaciones de seguridad también han jugado un papel crucial. Los ataques terroristas en ciudades europeas incrementaron el miedo y la desconfianza hacia comunidades migrantes y musulmanas, lo que permitió a la ultraderecha fortalecer su narrativa sobre la necesidad de políticas más estrictas de seguridad e inmigración. También se debe mencionar la guerra entre Rusia y Ucrania, Palestina e Israel y la inestabilidad que se vive en Oriente Medio puede ser de gran influencia entre los votantes.
Cabe destacar que el descontento económico ha sido otro factor importante en el auge de la ultraderecha. La crisis financiera de 2008 y las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea dejaron a muchos ciudadanos desilusionados y frustrados con los partidos tradicionales. En este ambiente de insatisfacción, los partidos de ultraderecha emergieron como alternativas que prometían soluciones más directas y radicales a los problemas económicos, atrayendo a votantes que buscaban un cambio significativo.
Por lo anterior, la desconfianza generalizada en las instituciones y en los partidos políticos tradicionales ha sido un terreno fértil para el crecimiento de nuevas alternativas populistas. Muchos ciudadanos europeos sienten que las élites políticas no representan sus intereses, lo que ha llevado a una mayor apertura hacia opciones políticas no convencionales.
Entre los representantes más importantes de la ultraderecha en Europa se encuentran Marine Le Pen en Francia; Matteo Salvini en Italia; Viktor Orbán, primer ministro de Hungría y líder de Fidesz; Geert Wilders en los Países Bajos; y el partido Alternative für Deutschland (AfD) en Alemania. Estos líderes y partidos han ganado prominencia promoviendo agendas nacionalistas, anti-inmigración y euroescépticas.
En esta orden de ideas, el resurgimiento de la ultraderecha tendrá repercusiones significativas. Es probable que existan políticas migratorias más restrictivas y cambios en la legislación que promuevan una identidad nacional más homogénea, a menudo en detrimento de los derechos civiles y las libertades individuales. Además, la retórica y las políticas divisivas de estos partidos pueden exacerbar las tensiones sociales, politizar y polarizar los temas de interés de la sociedad, afectando la armonía y la estabilidad social en los países afectados.
¿Será la derecha radical realmente una solución a los retos del viejo continente?
YU CHEN CHENG es Maestro en Ciencias de Administración por la Universidad Marítima y
Portuaria de México. Académico en el área de Bloques Regionales de la ESCA Unidad Santo
Tomás del IPN y asociado del Programa de jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos
Internacionales (PjCOMEXI)
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