/ jueves 4 de julio de 2024

Rompecabezas geopolítico | La vida eterna

Hace algunos días, tuve la oportunidad de ver en internet una conversación reveladora entre el periodista estadounidense Andrew Ross Sorkin, y el magnate Elon Musk donde abordaron un tema que podría redefinir el futuro de la humanidad: la prolongación de la vida humana mediante avances tecnológicos.

Con su perspectiva visionaria, Musk discutió cómo estas innovaciones podrían no solo extender nuestra esperanza de vida, sino también mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos. Destacó el papel crucial que juegan las tecnologías emergentes, como las interfaces neuronales desarrolladas por Bryan Johnson y su empresa Kernel, que tienen como objetivo mejorar la cognición humana y potencialmente revertir los efectos del envejecimiento. Al mismo tiempo, Musk da su opinión que no está de acuerdo que el ser humano extienda demasiada su vida ya que al envejecer tiene más tendencia a rechazar los cambios y eso podría hacer que la sociedad se quede estática y afectar su desarrollo.

Del mismo modo, el impacto económico de estas innovaciones también fue un punto central en la conversación. Musk sugirió que prolongar la vida de manera significativa podría transformar las estructuras económicas globales. Visualizó un futuro donde las personas podrían trabajar y contribuir durante períodos mucho más largos, desafiando las normas tradicionales de jubilación y creando nuevas oportunidades para el crecimiento económico sostenible. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de políticas y regulaciones adecuadas para gestionar esta transición hacia una sociedad donde la longevidad sea la norma.

No obstante, los avances en la prolongación de la vida plantean profundas cuestiones éticas y sociales. Musk enfatizó la importancia de un debate ético robusto para guiar estos desarrollos tecnológicos de manera responsable. Señaló la necesidad de equidad y acceso universal a estas tecnologías, asegurando que los beneficios de la longevidad ampliada no estén limitados solo a aquellos con recursos.

Cabe mencionar que Bryan Johnson ha emergido como una figura destacada en el campo de la neurotecnología a través de su empresa, Kernel. Fundada con la visión de mejorar la cognición humana mediante interfaces neuronales avanzadas, Kernel busca no solo entender mejor el cerebro humano, sino también desarrollar tecnologías que puedan ampliar nuestras capacidades mentales de manera significativa. Este enfoque no solo tiene el potencial de revolucionar cómo pensamos y procesamos información, sino que también podría jugar un papel crucial en la búsqueda de la prolongación de la vida humana.

Las investigaciones de Kernel se centran en la creación de dispositivos que puedan interactuar directamente con el cerebro para mejorar funciones como la memoria, el aprendizaje y la percepción sensorial. Johnson ha expresado una visión audaz de un futuro donde las personas puedan no solo mantenerse mentalmente agudas a medida que envejecen, sino también revertir el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento. Este enfoque no solo tiene implicaciones para la calidad de vida individual, sino también para la productividad económica y la salud pública a largo plazo, prometiendo transformaciones significativas en cómo abordamos el envejecimiento y la salud cerebral en el siglo.

En esta orden de ideas, a medida que avanzamos hacia un futuro donde vivir más tiempo podría convertirse en una realidad, la discusión sobre los impactos económicos, éticos y sociales se vuelve fundamental para determinar cómo estas tecnologías pueden beneficiar verdaderamente al desarrollo humano de manera equitativa y sostenible.

Musk finaliza indicando que no se le hace justo que solamente gente poderosa y con poder adquisitivo tenga el derecho de prolongar su vida o alcanzar la vida eterna, ¿a usted le gustaría prolongara más su tiempo de vida o vivir para siempre?

YU CHEN CHENG es Maestro en Ciencias de Administración por la Universidad Marítima y Portuaria de México. Académico en el área de Bloques Regionales de la ESCA Unidad Santo Tomás del IPN y asociado del Programa de jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PjCOMEXI)

Sígalo en X como @Chennie_tw

Hace algunos días, tuve la oportunidad de ver en internet una conversación reveladora entre el periodista estadounidense Andrew Ross Sorkin, y el magnate Elon Musk donde abordaron un tema que podría redefinir el futuro de la humanidad: la prolongación de la vida humana mediante avances tecnológicos.

Con su perspectiva visionaria, Musk discutió cómo estas innovaciones podrían no solo extender nuestra esperanza de vida, sino también mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos. Destacó el papel crucial que juegan las tecnologías emergentes, como las interfaces neuronales desarrolladas por Bryan Johnson y su empresa Kernel, que tienen como objetivo mejorar la cognición humana y potencialmente revertir los efectos del envejecimiento. Al mismo tiempo, Musk da su opinión que no está de acuerdo que el ser humano extienda demasiada su vida ya que al envejecer tiene más tendencia a rechazar los cambios y eso podría hacer que la sociedad se quede estática y afectar su desarrollo.

Del mismo modo, el impacto económico de estas innovaciones también fue un punto central en la conversación. Musk sugirió que prolongar la vida de manera significativa podría transformar las estructuras económicas globales. Visualizó un futuro donde las personas podrían trabajar y contribuir durante períodos mucho más largos, desafiando las normas tradicionales de jubilación y creando nuevas oportunidades para el crecimiento económico sostenible. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de políticas y regulaciones adecuadas para gestionar esta transición hacia una sociedad donde la longevidad sea la norma.

No obstante, los avances en la prolongación de la vida plantean profundas cuestiones éticas y sociales. Musk enfatizó la importancia de un debate ético robusto para guiar estos desarrollos tecnológicos de manera responsable. Señaló la necesidad de equidad y acceso universal a estas tecnologías, asegurando que los beneficios de la longevidad ampliada no estén limitados solo a aquellos con recursos.

Cabe mencionar que Bryan Johnson ha emergido como una figura destacada en el campo de la neurotecnología a través de su empresa, Kernel. Fundada con la visión de mejorar la cognición humana mediante interfaces neuronales avanzadas, Kernel busca no solo entender mejor el cerebro humano, sino también desarrollar tecnologías que puedan ampliar nuestras capacidades mentales de manera significativa. Este enfoque no solo tiene el potencial de revolucionar cómo pensamos y procesamos información, sino que también podría jugar un papel crucial en la búsqueda de la prolongación de la vida humana.

Las investigaciones de Kernel se centran en la creación de dispositivos que puedan interactuar directamente con el cerebro para mejorar funciones como la memoria, el aprendizaje y la percepción sensorial. Johnson ha expresado una visión audaz de un futuro donde las personas puedan no solo mantenerse mentalmente agudas a medida que envejecen, sino también revertir el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento. Este enfoque no solo tiene implicaciones para la calidad de vida individual, sino también para la productividad económica y la salud pública a largo plazo, prometiendo transformaciones significativas en cómo abordamos el envejecimiento y la salud cerebral en el siglo.

En esta orden de ideas, a medida que avanzamos hacia un futuro donde vivir más tiempo podría convertirse en una realidad, la discusión sobre los impactos económicos, éticos y sociales se vuelve fundamental para determinar cómo estas tecnologías pueden beneficiar verdaderamente al desarrollo humano de manera equitativa y sostenible.

Musk finaliza indicando que no se le hace justo que solamente gente poderosa y con poder adquisitivo tenga el derecho de prolongar su vida o alcanzar la vida eterna, ¿a usted le gustaría prolongara más su tiempo de vida o vivir para siempre?

YU CHEN CHENG es Maestro en Ciencias de Administración por la Universidad Marítima y Portuaria de México. Académico en el área de Bloques Regionales de la ESCA Unidad Santo Tomás del IPN y asociado del Programa de jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PjCOMEXI)

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